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El picadero del ejército de la calle de San Pablo y otro tipo de picaderos. Con una mención al colegio Collaso i Gil

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En la manzana delimitada por las calles San Pablo, Huerta de San Pablo, Tapias y Abad Zafont, en la parte no ocupada por el Monasterio de Sant Pau del Camp y flanqueado por la línea de casas que recorría tres de los lados de la manzana dejando libre el que daba a Abad Zafont, se encontraba durante los primeros decenios del siglo XX,  un cuartel del ejército, de nombre Cuartel de San Pablo  que tenía incorporado  un picadero.  Se dice que en el picadero entrenó durante su estancia en Barcelona José  Antonio Primo de Rivera.  

     Esta fotografía y las dos que siguen están tomadas  por  Branguli  a principios de los años treinta. Se aprecia el picadero y parte de las                       instalaciones del cuartel.  ANC.  







Collaso i Gil que fue alcalde de Barcelona en varios periodos entre  los años 1894 y 1913, falleció en 1926 dejando en su testamento un legado de un millón de pesetas para la construcción de un grupo escolar. Previa enajenación del cuartel de San Pablo, se procedió a la construcción de una escuela en el solar.

Las obras dieron inicio en 1932 con un acto solemne presidido por el presidente Maçia que pronunció un discurso. 

   Branguli. Discurso de Maçia en el acto de inauguracón de las obras de la escuela Collaso i Gil. 1932. ANC. Las cinco fotografías que siguen son de Casas i Galobardes del mismo acto de inauguración. 












El centro escolar se inauguró en octubre de 1935. Una escuela que ha desarrollado su función durante los años de república, guerra civil, franquismo y que aún hoy en día da un servicio a los escolares del distrito I. 


                                              J.Ribera -Construcción de la escuela.  1933


                               Branguli. 1935. ANC - Escuela Collaso i Gil poco antes de inaugurarse. 



Quedaba una esquina entre el cuartel de San Pablo, la hilera de casas de la calle Tapias dentro de la manzana reseñada al principio y la esquina entre Abad Zafont y  Tapias.

En 1918, surge  en dicha esquina, y bajo la modalidad de sociedad recreativa,  es decir, un local al que solo podían acceder los socios, con lo que era más fácil que el gobierno civil autorizase sus actividades,  La Gran Martinica, un café de camareras. 

La Gran Martinica  atraviesa los siguientes diez años sin que su existencia merezca mayor interés para la prensa que una nota tan elogiosa por parte del Papitu que parece propaganda pagada,  ser el lugar donde trabajaba como camarero Ernesto Queralt, uno de los pistoleros del barón de Koenig ajusticiado por la CNT  en 1920 (El Diluvio - 30 de enero de 1923. Juicio por la muerte de Ernesto Queralt), aparecer regularmente en las crónicas de tribunales por permitir  que concurrieran a la pista de baile  menores de edad   como tanguistas y ser uno de los centros de espectáculo  que regularmente donan pequeñas cantidades al ejército tras el Desastre de Annual.


                                                           La Publicidad.  28 de abril de 1918. 


                                                                                  Papitu. 30 de octubre de 1918. 



                                                                            La Vanguardia - 14 de junio de 1928.  


              La Vanguardia - 22 de septiembre de 1921. Las tanguistas de la Gran Martinica entregan una cantidad de dinero al ejercito para ayuda a los damnificados por el desastre de Annual. Por otras notas sabemos que el dueño del local se llamaba Jaime Oller y colaboraba regularmente donando dinero para el ejército de Marruecos. 



Tras el 14 de junio de 1928, en que recibe de nuevo una sanción por contratar camareras menores de edad, desaparece de la prensa La Gran Martinica. Su lugar será ocupado en 1930 por El Tropezón, un local de las mismas características que el que sustituye. Es probable que el cambio de propietarios solo se traduzca en un cambio de nombre sin ni siquiera echar una mano de pintura  a la fachada del local.  Prueba de ello es que a los pocos meses de su aprobación como local por la subcomisión de sanidad, aparecen desconchados en su fachada en una serie de fotografías de Branguli. 



                                                                            La Vanguardia - 17 de enero de 1930.



                     Branguli. 1930. Verbena de San Juan. Tras la parada callejera de venta de cocas, aparece El Tropezón. 


                                                                                 Almanaque Papitu - 1931. 


                                                                                           Branguli. ANC. 1930-36.




  
En julio de 1933, estalla una pequeña bomba en los servicios del local causando algunos desperfectos y sin que nadie resulte herido. Pocos días más tarde, al detener la policía a un ladrón de gallinas, confiesa ser quien puso la bomba en el local y otra serie de delitos. De  mantenerlo más días en comisaría, cabe suponer que el ladronzuelo hubiese confesado ser el autor de todos los asesinatos sin resolver que se habían cometido en los últimos años en Barcelona.



                                                         Luz. 31 de julio de 1935. 


                                         La Vanguardia. 22 de agosto de 1933. 




El Tropezón permanecerá abierto al menos hasta junio de 1936, en que la prensa informa de la muerte en accidente de tráfico de Manuel Lanuza y su mujer Dolores Sanmartin. De Manuel Lanuza se nos dice que es propietario y en la esquela que publica La Vanguardia, la razón social El Tropezón ruega que los tengamos presentes en nuestras oraciones.  Probablemente se trate del dueño de la sala de espectáculos. 
Tras esa esquela, a poco más de un mes del inicio de la guerra civil,  no hay más noticias sobre el local. Es probable que ya no volviera a abrirse y tras la guerra fuese vendido a las atracciones Caspolino que darían comienzo a su actividad en 1942. 



                                                       El Diluvio - 5 de junio de 1936. 


                                                         La Vanguardia - 4 de junio de 1936. 






Camalics

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Hubo un tiempo  que por las Ramblas, pero no solo en ellas, también los había en el Ensanche,  se podía encontrar a unos sujetos de constitución recia, vestidos con barretina, blusa, chaqueta y pantalones de pana,  y con una soga colgada del hombro. Eran los camalics o mozos de cuerda.   Se les contrataba para trasladar enseres,  fardos de ropa, ollas con comida,  el baúl de la criada que se cambiaba de señora, los libros del estudiante que se iba a otra pensión, una máquina de coser, un grupo de sillas…  

Fueron desapareciendo a medida que se generalizó el uso del taxi y de las pequeñas camionetas,   y criadas, estudiantes, cocineras encontraron más rápido y cómodo usar los servicios que los avances de la técnica les proporcionaba en forma de taxista de la empresa David.  
A principios de los años treinta del siglo pasado, con el declive del negocio, los camalics  se habían convertido en uno de los elementos pintorescos de las Ramblas y en tanto curiosidad sociológica,  los periodistas les entrevistaban. Dudo que quedara alguno al terminar la guerra, salvo como reclamo turístico.  


Se anunciaban mediante una pequeña silla roja puesta en algunas esquinas donde con letras blancas se indicaba donde se podía encontrar un camalic o hacer un encargo para ellos.  

                Silla de color rojo y letras blancas que usaban los camalics para anunciar sus servicios. Revista Imatges, nº 30. 1930

                                               Ésta y las tres fotografías siguientes son de la revista Imatges, nº 30. 1930 





      Frederic Ballell. 1907-08. AFB. Camalic descansando del modo que les era propio,  sentados usando la soga que    habian colgado de  una     farola o poste. 


             Puede que sea el último de los camalics, más reclamo turístico que mozo. Por las ropas de los paseantes,  diría que los años sesenta. 



En las fiestas de Sant Roc de la Plaça Nova, la fiesta de verano del actual barrio gótico, los camalics sacaban en procesión su bandera dedicada al santo.







Y aunque no tengan que ver con los camalics, excepto por ocupar como ellos las Ramblas ofreciendo sus servicios,  subo unas fotos de enjalbegadores (emblanquinadors) del primer tercio del siglo pasado.




                                                             Fot:  Josep María Sagarra 


                                                         Fot: Casas i Galobardes. 




Vistas aéreas del Barrio Chino y Paralelo en 1928.

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En el Arxiu Nacional de Catalunya, en el fondo FECSA, se encuentra una serie de seis fotografías de autor desconocido,  tomadas desde un avión que vuela a baja altura, en las que aparece la central de la calle Mata,, El avión va rodeando la central y así,  aparece en las imágenes el entorno visto desde varios ángulos. El Paralelo, las zonas urbanizadas de Pueblo Seco, las calles que se adentran en el Barrio Chino, los teatros.  Las fotografías están fechadas en 1928.  Lo que conozco de la zona no entra en contradicción con esa fecha. Frente a la central aparece el Nuevo Mundo que se inauguró en 1927 y aún no se ve el inicio de las obras del colegio Collaso i Gil en 1932.  Con seguridad se puede afinar más y reducir el arco temporal que yo acoto.  Lo dejo por el momento así, y ya iremos recortando.








Los Gambrinus de Barcelona

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Gambrinus es el nombre de un personaje mitológico de los Paises Bajos que probablemente surge  en el folklore durante la Edad Media.  Siempre jovial y orondo, bebe cerveza y algunas leyendas lo  hacen el inventor de la misma.   Y así como Prometeo, el que trajo el fuego a los hombres, está prácticamente olvidado, clubs Gambrinus hay en todo el mundo, lo que muestra la distinta importancia que  la humanidad concede a  uno y otro héroe civilizador. Lo entiendo.

En Barcelona, Gambrinus ha dado nombre a varios locales en una historia que empieza hace más de 140 años en el barrio chino. ¿y que títulos reunía el barrio chino para que en él se aposentara el gordezuelo diosecillo?

Quizá que el barrio chino y las zonas aledañas,  siempre han tenido una buena relación con la cerveza. Y me refiero también aquí a la instalación  de fábricas de cerveza.   Las dos fábricas de cerveza que existían en Barcelona en 1842 se encontraban ubicadas, una en la calle Escudillers  y la otra en la Rambla de Santa Mónica.

En 1849, continua habiendo en Barcelona dos fábricas de cerveza,  asimismo en el barrio chino, en Portal de Santa Madrona y Conde del Asalto.

En 1851 llega a Barcelona Luis Moritz Trautmann, maestro cervecero de Alsacia que encuentra a un socio capitalista, Ernest Ganivet, con el que abre una fábrica de cerveza en la calle Arco de Cires en 1854. A los dos años, la necesidad de ampliar la producción los lleva a trasladar la fábrica a Portal de Santa Madrona y tres años más tarde, en 1859, compran la fábrica de cerveza vecina, que ya conocíamos de 1849.  El éxito de la empresa fue notable y obligó a construir una nueva fábrica en Ronda San Antonio esquina calle Casanovas. Era en 1864 y la fábrica se mantuvo en funcionamiento hasta los años sesenta del siglo pasado.



                      Fábrica Moritz. Años treinta. Autor desconocido. Fondo FECSA (ANC).






En 1857, las siete fábricas de cerveza que operan en Barcelona están en lo que hoy llamamos Raval. 

        Los orígenes y la implantación de la industria cervecera en España; siglo XVI-1913. Tesis doctoral de Xavier García Barber


Cerveza, barrio chino...   en 1871,  August Kuentzmann Damm, cervecero alsaciano,  tras la guerra franco-prusiana y la anexión a Prusia de la provincia de donde era natural,  decide cambiar de aires y trasladarse a Barcelona. 

Kuentzmann encuentra un socio capitalista, Camps, con el que abre una fábrica de cerveza en Sant Marti de Provençals y una cervecería llamada Gambrinus que se inaugura en 1872, donde se vendía la cerveza que producía la fábrica de Sant Marti de Provençals. 

Ese primer Gambrinus se instaló en el Portal de Santa Madrona. A los pocos años de existencia pasaría a la propiedad de Valentin Pons. Buen lugar el Portal de Santa Madrona para instalar una cervecería.  Por el Portal de Santa Madrona pasaba buena parte de los marineros  extranjeros que arribaban a Barcelona camino de los locales de sexo mercenario del barrio chino, muchos de esos marineros,  amantes de la bebida que se suministraba en el lugar.

Conocemos el exterior del local  por una foto de autor desconocido de los años veinte/treinta del siglo XX.  

                                                    Gambrinus del Portal de Santa Madrona



Valentin Pons abre un nuevo establecimiento con el nombre de Gambrinus en 1881, en la Rambla de Santa Mónica. En lo que entonces era el número 29. Cervecería, restaurante de productos típicos alsacianos y con habitaciones para viajeros, es decir, hotel.

 Por una nota de La Vanguardia de 20 de julio de 1881 dando cuenta de la inauguración aquel mismo día del Gambrinus de la Rambla Santa Mónica, sabemos que entre otros artesanos, la carpintería del local  fue un trabajo de Francisco Coma, y  los pintores decorativos Saumell y Vilaró los autores de las diversas pinturas del nuevo local, aunque al parecer de La Vanguardia, las pinturas del techo eran de un colorido demasiado recargado. Ay, demasiado recargado. Y es que nunca llueve a gusto de todos (y que aún no existía en la prensa la publicidad en forma de noticia con lo que el reportero no tenía el menor reparo en dar su opinión sobre cualquier inauguración).

                                                    Gambrinus de la Rambla Santa Mónica. 




Siendo Alsacia una región a caballo entre Francia y Alemania, pronto se convirtieron ambos establecimientos  en lugar de encuentro de los extranjeros de una y otra nacionalidad que se encontraban en Barcelona. Incluyendo a los suizos cuya Sociedad Helvetia, con un tal Hans Gamper de socio,  ubicó su sede social entre 1900 y 1904  en el Gambrinus de la Rambla Santa Monica. Los turistas alemanes de paso por nuestra ciudad recalan en el Gambrinus como señala la nota de La Vanguardia que incluyo: 


                                                         La Vanguardia. 25 de julio de 1896. 


Con frecuencia encontraremos noticias de uno u otro Gambrinus  en relación  con actividades de la colonia francesa (venta de entradas para financiar al comité de escuelas francesas gratuitas, conferencias de personajes variopintos franceses, etc)

                                                      La Publicidad. 8 de febrero de 1880


                                      
                                                         La Vanguardia. 1 de julio de 1903.


El 12 de mayo de 1885, La Vanguardia nos informa de que tras una importante reforma del local de la Rambla Santa Mónica, éste se ha convertido en fonda.

En fecha incierta, ambos locales  pasan a propiedad de Jaime Soler, pero no más tarde de 1887 puesto que aparece Soler en el Anuario Riera de aquel año como propietario de los locales. 


Jaime Soler que en 1881 administraba un balneario en Argentona y comercializaba el agua de los manantiales del mismo en su local de la calle Conde del Asalto 26,  compra otro balneario en Caldas de Malavella  y comercializa su agua carbónica  como Vichy Gambrinus que vende en sus locales de Barcelona.  



                                                     La Vanguardia. 21 de mayo de 1897.



Durante la Exposición Universal de 1888.  Jaime Soler  instala un kiosco de bebidas Gambrinus  en el paseo de la Exposición.


                                   Dibujo y crónica del kiosco en La Vanguardia de 31 de mayo de 1888.




En 1891,  Josep Ribas, cocinero y de algún modo relacionado con el Gambrinus de la Rambla Santa Mónica –quizá a través de Giró, del que sabemos que en 1893 era dueño del Gambrinus de la Rambla Santa Mónica y probablemente suegro de Josep Ribas- se hace cargo del restaurante del Hotel Gran Continental en la esquina de Plaza Cataluña con la Rambla, en el lugar que ahora ocupa un establecimiento de la empresa El Corte Inglés.  El restaurante se anuncia como única sucursal del Gambrinus. 

                                     Inauguración del Continental. La Vanguardia. 25 de diciembre de 1891. 



En la calle Aviño aparece en 1894 el “Petit Gambrinus”, especialidad en cerveza muniquesa y helados.  Lo rastreo en anuncios de prensa hasta agosto de 1895.

El Diluvio. 30 de junio de 1894.


Ya en 1908 aparece el Gambrinus de Portal de Santa Madrona con el nombre de Antigua  (o Antic) de Gambrinus.


Durante la primera década del siglo XX, el único local que conservará el nombre de Gambrinus es el Antic Gambrinus del Portal de Santa Madrona.


No sé en qué momento  abre las puertas el Gambrinus de la Rambla de las Flores, en el número 5 de la numeración del paseo que perduró hasta el cambio municipal de 1955. Al parecer, propiedad de un alemán,  ya funcionaba cuando Alemania invade Francia en 1914 y en el local se celebraban los triunfos del ejército tedesco.  Una crónica de Juan Cabané y Esteban Vilaró en la revista Destino, describe el local y su dueño del siguiente modo:





Sabemos por una reunión de la Junta Directiva de la Sociedad de Atracción de Forasteros en marzo de 1928, por la que se incorpora a la junta el dueño de los establecimientos Gambrinus, que el tal propietario se llamaba Gustav Ziller.  ¿se trata del aleman machucho, lento y ceremonioso de la crónica de Destino?  A saber. ¿y el plural de “establecimientos Gambrinus” hace referencia a que Ziller además de dueño, en el supuesto de que lo fuese, del local de la Rambla San José era a la vez dueño del Antic Gambrinus, o es que en los años veinte se abrieron más locales Gambrinus? Preguntas para las que de nuevo no tengo respuesta. 

Gambrinus de la Rambla San José. Josep Mª Sagarra. 1931, ANC


A partir de los años treinta, el Antic Gambrinus se anuncia como Dancing Gambrinus en lo que supongo una nueva orientación del negocio dedicado ya a ampliar su oferta al negocio de la carne mercenaria.  Ya solo aparece este Dancing Gambrinus en las crónicas de sucesos. En una noticia propia de una película de detectives de serie B,  se encuentra en las proximidades del ¿campo de Garcen?  un joven muerto con una pistola al lado y en uno de los bolsillos, una bolsa de azucarillo con la inscripción Dancing Gambrinus.


                                                          Esquella de la Torratxa. 1932



Llega la guerra y el Dancing Gambrinus continua sus actividades. Lo sabemos porque el 28 de abril de 1937 entra en el garito el miliciano José Farah Clara de la columna internacional con una borrachera considerable y portando un arma larga. Intentado que fue retirarle el arma y molestándose por ello el miliciano,  no encontró otro modo de expresar su desagrado por el trato que recibía que lanzar una granada que al explotar hirió a varios parroquianos.  O iba muy en pedo el miliciano o su natural era de una mala leche considerable.

Tras el incidente con Farah, el silencio. No volvemos a saber nada de ninguno de los Gambrinus hasta que en los años cincuenta o sesenta se abre el Gambrinus de la calle Guardia que se hizo famoso en Barcelona por volver a la tradición de los espectáculos de transformismo que hasta la llegada de la dictadura tuvieron  su lugar, y más de uno, en el barrio chino.  Como nuestras entradas tienen como limite temporal la postguerra, nos paramos aquí y solo mencionamos para execrarlo el escamarlan horrísono que es todo lo que queda del Gambrinus  del Moll de la Fusta. 


Los funerales de Hans Beimler. Barcelona, diciembre de 1936.

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                                                         Hans Beimler. Fot: Josep María Sagarra. 



Los funerales  de Durruti en noviembre de 1936 fueron la ocasión para que la CNT hiciese una importante demostración de fuerza en Barcelona. Quizá más de medio millón de personas rindieron homenaje en la calle al líder anarquista.

A las pocas semanas del sepelio de Durruti, les llegaría la oportunidad a los comunistas, y también por medio de un funeral, de enseñar músculo en Barcelona. La oportunidad la brindó la muerte de Hans Beimler.

Hans Beimler había sido un diputado comunista en el Reichtag, encerrado por los nazis en el campo de concentración de Dachau de donde se evadió tras estrangular a un guardián y huir con el uniforme del carcelero. Llegó a Barcelona al poco de empezar la guerra y con otros comunistas alemanes formó un grupo, la centuria Thaelmann, de unos sesenta miembros que se incorporó a la columna 19 de Julio del PSUC que a finales de agosto partió hacia el frente de Aragón.

En octubre lo encontramos en Albacete en el campo de adiestramiento de las Brigadas Internacionales, y a la centuria Thaelmann reforzada por nuevos miembros e incorporada como batallón a la XII Brigada Internacional. Parten para reforzar la defensa de Madrid donde el batallón Thaelman es trasladado a la XI Brigada y entran en combate a mediados de noviembre.

Hans Beimler en aquel momento era el comisario político de la XI Brigada. El uno de diciembre en un episodio confuso, Hans Beimler es abatido de un disparo. Los disidentes comunistas siempre abonaron la especie de que la muerte de Beimler había sido una ejecución del NKVD por ciertos comentarios y reuniones del fallecido con miembros de otros partidos que lo habrían señalado como comunista sospechoso. Si el fallecimiento es confuso, las pruebas de que Beimler fue asesinado aún son más confusas.

Beimler muere el uno de diciembre y en Barcelona, el PSUC organiza un funeral el día 6 de diciembre. Un funeral donde sacarán a todos sus militantes y simpatizantes a la calle.

La capilla ardiente se instaló en el Casal Carlos Marx, nombre con el que se había bautizado el edificio del Círculo Ecuestre expropiado por el PSUC y que en aquellos años se encontraba en el número 38-40 del Paseo de Gracia, entre Consejo de Ciento y Diputación. Desde ese lugar salió la comitiva fúnebre presidida por Ovseenko cónsul de la URSS, el menchevique que dirigió el asalto al Palacio de Invierno de Petrogrado. Ovseenko que dirigió la estrategia de los comunistas en los Fets de Maig que supuso la desaparición del POUM, fue destituido a los pocos meses de su cargo de cónsul y ya en Moscú, no tardaría en morir tras ser acusado, ironías de la vida, de trotskista.

                                                                    Capilla ardiente. Branguli 



                                                              Capilla ardiente. Branguli. 


A la derecha de Ovseenko, se coloca Joan Comorera, secretario general del PSUC y conseller de Serveis Publics del gobierno de la Generalitat, y a su izquierda el cenetista Porqueras, conseller de Economia. Más alejado de Ovseenko, en esa primera fila y a la derecha de Comorera, Artemi Aiguader de ERC y conceller de Seguretat Interior y Josep Calvet i Mora, de la Unió de Rabassaires y conceller de Agricultura. A la izquierda de Porqueras, Valdés del PSUC, conseller de Treball, en su condición de representante del Comité Central del PSUC. 



   Presidencia del cortejo fúnebre frente al Casal Carlos Marx (Círculo Ecuestre).  En primera linea de izquierda a derecha, excluyendo al señor con bastón que está en el extremo de la izquierda y que no sé quien es: Calvet i Mora, Argemi Aiguader, Comorera, Ovseenko, Porqueras y Valdés.  Fot: Branguli (esta foto y todas las siguientes son de Branguli excepto las de los miembros del cortejo en el Hotel Colón hablando en la radio que son de Josep Maria Sagarra).






Por delante de la presidencia del cortejo, una sección motorizada del ayuntamiento con banda municipal y seguidos por la centuria Carlos Marx. Tras ellos, el féretro con escolta de milicias de la Brigada Internacional y las banderas de todas las organizaciones.












Bajaron por el Paseo de Gracia, en aquellos años renombrado como Paseo de Pi i Margall, desembocaron en la Plaza de Cataluña y desfilaron frente al Hotel Colón, sede del PSUC, en cuyo momento, varios de los integrantes de la presidencia del cortejo entraron en el edificio para pronunciar unos discursos radiados, enfilaron las Ramblas pasando por delante del casal Lina Odena (nombre que se le dio al Palau Moja, convertido en sede de las juventudes del PSUC, tras la muerte de la dirigente de las juventudes) y al llegar a la sede del CADCI, se dio por despedido el duelo. El féretro fue conducido al cementerio de Montjuic. 

José Tomás. ERC. 


                                                         Max Gayer. Brigadas Internacionales.


Desconocida. 


Ovseenko


Valdés. PSUC


                                                            Porqueras. CNT



Durante todo el recorrido, la multitud fue coreando consignas entre las que destacaba Rot Front, Frente Rojo, la consigna del KPD, el Partido Comunista Alemán.

                                     Sello de la RDA en el  treinta aniversario de la muerte de Beimler (1966). 

Los colilleros

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                                         Branguli. 1935-38. Colilleros en una calle del Distrito V (ahora Distrito I). ANC




Los colilleros fueron  artesanos de una industria  con  una existencia vigorosa durante decenios. 

Desde finales del siglo XIX, la prensa menciona la presencia en las calles de unas personas  que se dedican  a recoger las  colillas del suelo  para confeccionar  con el tabaco aún no consumido   nuevas labores que venderán por las calles y los bares.




                                                    L'Esquella de la Torratxa. nº 1789. Recogiendo la materia prima. 




Un artículo del periódico El Diluvio  de 4 de noviembre de 1890, relaciona todas las fases del proceso de elaboración de los nuevos cigarrillos. 


                                                                    El Diluvio - 4 de noviembre de 1890.




Un procedimiento largo y complicado y que tengo la impresión de que con el tiempo se simplificó, al menos para el tabaco de cigarrillos. Se debió de eliminar la fase de fermentación y el procedimiento resumido consistió en expurgar,  secar,  picar en el caso de los puros y confeccionar nuevos cigarrillos.    
Es posible que en ello, si como parece desapareció la fase de fermentación, influyese la presión a la que eran sometidos  por la policía municipal, dada la preocupación por la higiene de unos concejales  que a lo mejor también eran sensibles a las presiones de los estanqueros.  

Sin la necesidad de locales para la fermentación y  una vez conseguida la materia prima, solo se necesitaban unas manos hábiles y unas piernas fuertes para poner tierra por medio si aparecía la policía.  Así  se les ve en las fotografías,  apoyados en la pared de cualquier edificio,   con una caja donde se encuentran las colillas no tratadas, un cedazo para expurgar y otra caja en donde colocar las labores ya confeccionadas. Elementos que se podían recoger en un momento si se oía la voz de agua que precedía a la llegada de la policía. No nos olvidemos del aspecto numérico. Papitu nos explica que por termino medio, con siete colillas se consigue elaborar un nuevo cigarrillo. 


                                                                  Revista Estampa. 8 de abril de 1933.


                                                             Revista Nuevo Mundo. 22 de diciembre de 1933. 

                                                                             El Diluvio - 30 de abril de 1936



Una noticia de El Diluvio de abril de 1936, al tiempo que daba cuenta de la decadencia de esta actividad  relacionaba las distintas marcas que fabricaban y vendían los colilleros: BesameNoches del Paralelo, Tardes de bar, Bajo el ala del gorrión, Aromas del puerto, Velas de falucho. Demasiado lirismo en las marcas para una actividad que consistía en secar el tabaco húmedo de las puntas de cigarrillo que se tiraban al suelo. Más me parece un apunte sarcástico del gacetillero. 


Por lo general,  las labores las compraban los bares  del distrito V y se podía conseguir directamente en la desembocadura de Arco del Teatro con Paralelo, el enclave preferido por los colilleros para elaborar sus productos.

Tras la guerra vuelve a florecer, y con el vigor de  los mejores años, la industria de las puntas de cigarrillo,  tal como recoge un artículo de Destino de 1950. 

                                                                           Destino - 4 de febrero de 1950. 

Las elecciones alemanas de marzo de 1933 en Barcelona

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El 5 de marzo de 1933 se celebraron elecciones al parlamento alemán. Ya no hubo nuevas elecciones en Alemania hasta 1949. Ni siquiera estas últimas fueron unas elecciones democráticas. Hitler era canciller desde enero y a finales de febrero se había detenido a varios miles de miembros del partido comunista por su supuesta implicación en el incendio del Reichstag y suprimido varios órganos de prensa contrarios a Hitler. 

A principios de 1933,  el número de alemanes en Barcelona se calcula en varios miles.  A los comerciantes e industriales afincados en Barcelona, hay que sumar un grupo numeroso de alemanes itinerantes, vagabundos en busca de mejores oportunidades de trabajo,  judíos preocupados por el crecimiento del partido nacional socialista, obreros ocasionales. 
El libro de Dieter Nelles et alii Antifascistas alemanes en Barcelona (1933-1939) cifra en unas 7.000 personas el número de alemanes residentes en Barcelona    a comienzos de los años treinta;  de ellos, unos 2.000 judíos. 

Convocadas las elecciones de 5 de marzo, se creó un  comité pro-votación entre los miembros de la colonia alemana que solicitó del gobierno de Hitler la autorización para constituir un colegio electoral en Barcelona. Autorización que les fue concedida por el gobierno alemán e igualmente por el gobierno español con la salvedad de que las votaciones se celebraran fuera de las aguas jurisdiccionales españolas.

A tal fin, se desvió al puerto de Barcelona   un barco de bandera alemana, el Halle, que hacía la ruta Batavia-Hamburgo y se encontraba cerca de  la ciudad.

                                                                   El vapor Halle. Branguli

El domingo 5 de marzo, los alemanes residentes que decidieron tomar parte en las elecciones se dirigieron al puerto donde embarcaron en el Halle que hizo dos viajes  fuera de aguas  territoriales españolas para poder recoger al conjunto de los presentados. 

Los votantes fueron 777 y el escrutinio dio el siguiente resultado:

Nacional-socialistas: 508
Social-demócratas: 28
Comunistas: 19
Zentrum: 37
DNVP: 137
DVP: 31
Otros: 13
Votos invalidados: 4

Los nazis en Barcelona obtuvieron el 66% de los votos, muy por encima del porcentaje que sacó el partido de Hitler en el conjunto de Alemania,  un 44%.

¿había más nazis entre los alemanes de Barcelona que en la propia Alemania?.  El escritor Bartrina en una serie sobre los nazis en Barcelona que publicó el periódico La Publicidad en agosto de 1933, explica alguno de los factores que explican la abultada votación en favor del partido nacional socialista. 
El comité pro-votación  fue una iniciativa de los elementos del partido nazi en Barcelona que informaron a los afines que se podría participar en las elecciones;  en un colectivo tan disperso como el de una colonia extranjera en Barcelona, cabe suponer que muchos, en particular los contrarios a Hitler, se quedaron sin votar por desconocimiento. Por otro lado, el viaje  en el  Halle costaba 10 pta, una cantidad  respetable que  operaba impidiendo la participación de los sectores populares como obreros temporales o vagabundos, excepto cuando  estos eran afines a la ideología del comité en favor de la votación puesto que se les financió la entrada.


Las fotografías son de Branguli y Casas i Galobardes, salvo las del AFB  de Perez de Rozas.  Del día de las elecciones en el vapor Halle. 

                                             En el puerto, esperando embarcar en el Halle. 













Hotel Colón de Plaza Cataluña durante la guerra. Cartelería, pancartas…

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A la derrota de los militares sublevados en Barcelona,  siguió  la  pronta  incautación por el  PSUC,   entre otros locales,  del  Hotel Colón que se encontraba en la Plaza de Cataluña.  Incautación que se mantuvo hasta la entrada de las tropas franquistas en Barcelona en enero de 1939.

Los archivos fotográficos,  el Arxiu Nacional de Catalunya, la agencia EFE, el AFCB contienen varias imágenes de la fachada del hotel  durante los dos años y medio de ocupación por el PSUC y por sus juventudes, las JSUC,  y les adjudican unas dataciones  que muchas veces son  imprecisas cuando no directamente equivocadas como lo demuestra el que entren en contradicción con los datos que conocemos por otras vías,  noticias de prensa o eventos que se producen en la plaza.

En esta entrada  he procurado  ordenar las fotos donde aparece la fachada del Colon en relación al momento temporal en que tuvo que hacerse la fotografía sin atender a las dataciones de los archivos. Baso el intento de clasificación temporal en los cambios en las leyendas de las  pancartas que cuelgan de la fachada principal.

Las fotos con una pancartería más próxima al momento de la ocupación por el PSUC  que he encontrado son estas que siguen  de Branguli y Juan Guzman (Hans Gutmann).  La de Branguli está datada entre el 23 de julio y el 31 de agosto de 1936, y la de Juan Guzman tiene fecha de 25 de julio de 1936.


En ambas, hay un cartel con el nombre de PARTIT SOCIALISTA UNIFICAT DE CATALUNYA que cruza toda la fachada a la altura de los balcones de la cuarta planta, y además un cartel de menores dimensiones en la segunda planta que no atino a leer lo que pone.

Soy de la opinión de que ambas fotos están tomadas muy poco después de la ocupación del Hotel Colón.  El hecho de que en otras fotos se encuentre un cartel que menciona la creación del PSUC por fusión de cuatro partidos, lo que sucedió el 23 de julio, me hace suponer que cuando se hacen estas dos fotografías o no se ha producido aún la fusión o acaba de suceder la misma.

                                                                 Branguli. ANC


                                                                    Juan Guzman

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El siguiente cambio en la fachada lo encuentro en dos fotos de Sagarra que el ANC fecha el día 22 de julio de 1936 pero que son posteriores a las dos anteriores de Branguli y Guzman.  Y en cualquier caso, es imposible  que la fecha sea anterior al día en que se constituye el PSUC.


Está el letrero  que ya conocíamos de las dos fotos anteriores del 

PARTIT SOCIALISTA UNIFICAT DE CATALUNYA 

y por debajo hay otros dos letreros. En el central, en la tercera planta,  dice  

ADHERIT A LA INTERNACIONAL COMUNISTA

Y en el inferior en la segunda planta: 

FUSIO DELS PARTITS–COMUNISTA DE CATALUNYA–FEDERACIO CATALANA DEL PSC-CATALA PROLETARI-UNIO SOCIALISTA DE CATALUNYA.  

Tiene sentido la aclaración de quienes se han unido para crear el PSUC, el PSUC se funda el 23 de julio de 1936 por la fusión de los cuatro partidos que nombra el letrero.  

Ha desaparecido el pequeño cartel de la segunda planta que aparecía en las dos primeras fotos,  y en la planta baja y alrededor de la esquina hay un último cartel donde se puede leer 

RECLUTAMENT MILICIES …





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Más adelante, al lado del cartel de la  segunda planta, aparece otro donde dice:  

POBLE DE CATALUNYA – PER PETIT QE SIGUI – FES UN DONATIU- MILICIES ANTIFEIXISTES DE CATALUNYA – PSUC

Cabe suponer que se refiere al comité de milicias antifascistas de Cataluña que se disuelve el 1 de octubre de 1936.


En el toldo del establecimiento más próximo a Paseo de Gracia aparece un letrero del que solo leo la palabra primera y de mayor tamaño 

COMPAÑERAS …

                                                              Autor desconocido.

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La Vanguardia informaba en fecha 12 de septiembre de 1936 que los “Boys Scouts de Catalunya” habían emplazado un campamento en el centro de la Plaza Cataluña con la finalidad de recoger libros y recaudar fondos para los combatientes del frente de Huesca. Posteriormente repetirían el campamento más veces.


En una de las fotografías del campamento de los boys scouts aparece como fondo la fachada del hotel Colon y no están los carteles con las imágenes de Lenin y Stalin. Luego, si la del 12 de septiembre es la fecha del primer campamento de los scouts, en aquella fecha al menos aún no se habían colgado las imágenes de Lenin y Stalin que veremos más adelante. 



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Branguli. En el ANC aparece datada entre agosto y diciembre de 1936. 

Aparecen Lenin y Stalin  en cartelones flanqueando varios carteles. Y continua el del comité de milicias antifascistas. Luego, posterior al 12 de septiembre  en que sabemos que aún no se habían colgado las efigies de ambos lideres soviéticos,  y  anterior al 1 de octubre en que se disuelve el comité de milicias antifascistas.

  

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Esta fotografía de Perez de Rozas está fechada en noviembre de 1936.  Está el cartel del comité de milicias antifascistas (disuelto el 1 de octubre de 1936).  Aquí se ve mejor aunque no atino a leer un AVISO...  en la entrada del edificio.  Misma datación que la fotografía anterior (12 de septiembre de 1936 - 1 de octubre de 1936).




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Una fotografía de Branguli del ANC fechada entre agosto y diciembre de 1936. Ya sin el cartel del comite de milicias antifascistas. Aparecen dos cartelones por debajo de los de Lenin y Stalin. En uno hay una alegoría de la UGT, en el otro del PSUC.  Una datación más probable es entre el 1 de octubre y el 6 de diciembre de 1936 por lo que se verá en la fotografía del funeral de Hans Beimer



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Funeral de Hans Beimler el 6 de diciembre de 1936.

Ha desaparecido el letrero que informa de la fusión de los cuatro partidos. En su lugar aparece un letrero que dice 

HONOR ALS HEROICS LLUITADORS DE LA BRIGADA INTERNACIONAL.





                                                                             Autor desconocido


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El 17 de febrero de 1937, el plenario del comité central del PSUC acordó una campaña para incorporar al ejército popular a 10.000 de sus militantes.  Pocos días más tarde, Joan Comorera informaría del mismo al comité central del PCE  (7 de marzo de 1937 – La Libertad)

Las fotografías donde aparece un cartel en la puerta de entrada con la mención a los 10.000 militantes han de ser posteriores al acuerdo del 17 de febrero de 1937. Por ejemplo, esta de Branguli que el ABC fecha en octubre de 1936.



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Inauguración al soldado desconocido del escultor Miquel Paredes el 14 de marzo de 1937. 

En ese mismo acto desfilaron los soldados italianos del batallón de la muerte que habían completado su periodo de instrucción y partian al frente de Huesca.

Aparece la fachada sin menciones al PSUC.  El Hotel se ha transformado en la sede de las JSUC mientras que al menos parte de los organismos del PSUC  que había en el mismo, se han  trasladado al que había sido Circulo Ecuestre en el Paseo de Gracia.

Aparece un cartel que cruza la fachada a la altura de la 4ª planta 

JUVENTUTS SOCIALISTES UNIFICADES DE CATALUNYA 

y a la altura de la 2ª planta 

INTERNACIONAL JUVENIL COMUNISTA.

Continúan los cartelones con las efigies de Lenin, Stalin, UGT y PSUC. 

                          Revista Crónica. Número de 28 de marzo de 1937. Desconozco el fotógrafo.


                                  Batallón de la muerte. 14 de marzo de 1937.  Desconozco el fotógrafo.


                                                          Fotógrafo: José Maria Perez Molinos.
                 

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El último cambio que tengo registrado. A partir de una fecha que desconozco, aparecen los siguientes mensajes en los carteles:

4ª Planta: CASAL NACIONAL – JOVENTUD

2ª Planta: COMITÉ EXECUTIU

1ª Planta: COMITÉ BARCELONA.


Al menos el cartel superior se encontraba expuesto en el momento de la entrada de las tropas franquistas. 




                                                                Desconozco el autor. 


 Probablemente el 27 de enero de 1939, en la misa que se celebró aquel día para conmemorar la     victoria de los franquistas.  Yagüe, brazo en alto. Restos del cartel de la 4ª planta del Hotel Colón. 

Rambla del Centro. Acera del Barrio Chino.

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Aquella  parte de las Ramblas que se encuentra  a la altura del barrio chino, en particular la acera de las Ramblas del Centro y Santa Mónica  de los números pares en la numeración que se mantuvo hasta 1955,  en los primeros decenios del siglo XX me recuerda a las aldeas Potemkin.   Paredes, fachadas,  que al levantarse esconden la realidad que queda  detrás.  Pero a diferencia de la engañifa Potemkin, en las Ramblas  había  locales y salas de espectáculos y servicios que evocaban lo que ocultaban.   


Voy a relacionar aquellos  locales de las Ramblas de la parte lindante al  barrio chino  dedicados a actividades no extrañas al barrio y  voy a añadir las librerías. El barrio chino de los primeros decenios del siglo no  es solo lupanares, pequeña delincuencia, miseria y drogas, elementos  característicos del chino que tienen su correlato en las Ramblas. También hay anarquistas que predican la idea y que consideran que la lectura  es la vía hacia la disipación de las tinieblas. Así que más o menos cogida por los pelos, aunque menos que el recurso a las aldeas Potemkin,   añado las librerías.  Y lo voy a dividir en dos partes. En esta primera cubro la Rambla del Centro y en la segunda parte la Plaza del Teatro y Rambla Santa Mónica. 


Entre la calle de San Pablo y la calle Unión:


8 y 10 – Librería Francesa.  Ilustre vecino de las Ramblas desde mediados del siglo XIX hasta 1972.

                                          Casas i Galobardes. Libreria Francesa. Años veinte o treinta. ANC.


                                Casas i Galobardes. Interior de la Librería Francesa. Años treinta. ANC.



12.  Café Rio de la Plata.   Lo rastreo  en los anuncios desde 1916. En el sótano había instalado un cabaret “Au Cabaret du Tango”.  En octubre de 1917 encuentro el cabaret con otro nombre “Au fond de la mer”. 

Au fond de la mer  merece años más tarde una evocación más que elogiosa de Passarell que dice que fue el primer cabaret de Barcelona donde se bailó tango y se consumió cocaína. En aquel cabaret vivían, porque prácticamente no se movían del lugar, un grupo de bohemios: Amichatis, Fontdevila, Pa, Passarell, Luis Capdevila, Iribarne, Platón Peig, el pintor Gausachs, Salvat-Papasseit… y un grupo de chicas de la calle San Ramón y otras de los alrededores que buscaban una orientación, un camino, y al decir de Passarell solían encontrarlo a través de un par de medias regaladas.

                                   Esteve, el amo del bar. Revista Mirador nº 33. 



                                      Papitu - octubre de 1916. Alegría, tango y Tocología. 

                                            Papitu -  octubre de 1917. Mullader natural i de l'altre. 


En 1919 el cabaret se llama The Savoy y programa actuaciones de flamenco. 

                                         The Savoy. El Diluvio.  enero de 1919. 

                                        The Savoy. Papitu - diciembre de 1920. 


En 1921, el café se llama Café Francais y el cabaret, La Sirena.

                                                            Papitu - noviembre de 1921. 

En 1923, se ha convertido en una chocolatería y lechería con el nombre de Granja Barcelonesa.  

                                                      Granja Barcelonesa. diciembre de 1923. El Diluvio. 



En el principal del número 12 se encontraba Casa Vives, suministradora de productos de ortopedia.  En ocasiones, se anuncia como Instituto Técnico Ortopédico que promociona el cinturón eléctrico Galvany para curar la impotencia.  El uso de la electricidad en la  impotencia evoca procedimientos que  en mi caso tienen más bien el efecto contrario al que pretende la publicidad.   La sugerencia  convierte  mis genitales  en un ratoncillo medroso que se esconde del electroshock.

                                             la Vanguardia - septiembre de 1915.


                                                                     El Diluvio - 1929



Calle Unión a calle Conde del Asalto: 

20 y 22. Hotel Oriente. Flanqueado a uno y otro lado por la librería Española y la granja Royal

Tanto el Hotel Oriente como la granja Royal y la librería de Antonio Lopez dan para un libro cada uno. Los menciono, subo alguna fotito y continúo.

                                                     Frederic Ballell. 1907-08. Terraza del Hotel Oriente. AFB. 


                                           





          Josep Maria Sagarra. 1932. Hotel Oriente. Fiesta de Carnaval.Club Femení i d'Esports








                                                  Casas i Galobardes. Años veinte a cuarenta. ANC 


Librería Española. La botigueta d’en Lopez. Es decir, de Antonio Lopez Llausas, hijo y nieto de libreros. Donde se redactó L’Esquella y La Campana de Gracia hasta 1936.

                                                                                 1917



                                         Esquella de la Torratxa. Tertulia en la Librería Española. 1916. 



La Granja Rojal fue, al decir de los redactores de El Escándalo, el único cabaret-lecheria del mundo.  Combinaba la degustación de ensaimadas y  tazas de chocolate con los tangos en la pista.  


                                                   Casas i Galobardes. Años treinta o cuarenta. ANC  





 24. Cuartel de la Guardia Civil desde mediados del siglo XIX hasta finales del XX.



26. Charcutería La Castellana. Todos hablan maravillas de la calidad del embutido, en particular del jamón que se despachaba en el establecimiento. Josep Pla entre ellos. Encima de la charcutería se encontraba la redacción del periódico La Publicidad. 

Al lado de la charcutería estaba el establecimiento de lotería de Maria Illa, una especie de La Bruixa d’Or con varios cientos de vendedores de los números de lotería que gritaban por las calles. En 1936 se terminó el encanteri al ser detenida Maria Illa por una serie de irregularidades con el control de los números de lotería y unas deudas millonarias (millonarias y se trata de millones de la época). 

    En el centro el establecimiento de Maria Illa y a la derecha de la foto, la charcutería La Castellana. 


      Badosa. 1933. Revista Estampa. Maria Illa es la señora más obesa que ocupa una parte de la entrada del establecimiento. 


Entre Conde del Asalto y Rambla del Centro, a tocar de Maria Illa se abría el Trink Halle.




                                                               Gaspar i Serra. Años treinta. ANC. 



Conde del Asalto a Plaza del Teatro.


30. Sociedad de Atracción de Viajeros. Constituida en 1908 a impulso del ex alcalde Sanllehy para generar interés hacia la ciudad de Barcelona y que llegaran turistas a Barcelona.  Desde su fundación estuvo en el número 30 de la Rambla del Centro. Primero en el entresuelo y desde 1910 en los bajos.  Publica la revista Barcelona Atraccion que incomprensiblemente no está digitalizada. 


                                                       Branguli. 1910. 



32. Redacciónn del periódico La Tribuna

                                                                    Frederic Ballell. 1907-08


32. Salón Teatro Moderno. Probablemente se trate del heredero del Salón Mágico que estuvo en dicha ubicación durante el último decenio del siglo XIX. 
El Salón Teatro Moderno deja huellas en la prensa  entre  los años 1901 y 1905. Se especializó en fenómenos circenses. La mujer más pequeña del mundo, las hermanas siamesas, el soldado más alto. Este tipo de espectáculos. 

                                                   La ilustración artística. Junio 1901. 



32. Bar Sport (  1914 -  mayo 1936). En noviembre de 1936 aparece como Hostal de la Peira). 

                                               Abril de 1933. El Diluvio. 



                                                             Interior de El Hostal de la Peira. !936-37. ANC.

 Branguli. Fets de Maig. mayo 1937. Por detrás de la barricada se aprecia la entrada al Hostal de la Peira. 


34- Excesior . Surge a mediados de 1915 ocupando el  Salón de Proyecciones, local  que entre 1907 y 1915 se dedicó al pase de películas alternándolas con atracciones. 
El Excelsior fue uno de los cabarets de moda  en Barcelona durante los años veinte.  Su primer nombre y durante unos meses fue Excelsior Billar indicando el nombre la finalidad principal para la que estaba destinado y pronto se queda como Excelsior y es una sala de fiestas.   Si otros locales dan para un libro, con el Excelsior se puede escribir una enciclopedia.  Incluimos la descripción del local que hace Planes en la revista Mirador y rescatamos, también de Planes, al limpiabotas del local. 

                                           Excelsior Billar. Mayo de 1915. La Vanguardia. 




                                     Planes. Descripción del Excelsior. Revista Mirador.  1929.



       El limpiabotas del Excelsior que antes que limpiabotas fue fraile. Planes. Revista Mirador nº 11. 


                                                          Josep Mompou - Excelsior. 

                                                                 Opisso. Excelsior. 1922. 


Tras la guerra, el Excelsior entra en decadencia y cierra a mediados de los años cuarenta. 
Aunque ya se aparta del periodo que nos interesa, quiero recordar una de las reaperturas del local a finales de los cuarenta, cuando se reflota con el nombre de Folies y dirige el garito el maestro Demon, el local también se conoce como Chez Demon. El maestro Demon, que es el nom de guerre de Llorens Torres Nin, un músico menorquín que en Barcelona empezó a  descollar en el Café Catalán de la Rambla de Santa Monica y  de allí fue saltando al Excelsior, Pompeya y  a los teatros del Paralelo. Con su orquesta Demon’s Jazz, uno de los  grandes del jazz  en Barcelona. 

                                                          Folies. octubre de 1950. La Vanguardia. 


                                         Casas i Galobardes.  El maestro Demon y su orquesta Demon's Jazz. 


En el número 34 también se abrió un cine, el Cine Mar, en 1936. 


36. El Gato Negro (se anuncia su inauguración a mediados de diciembre de 1924). En noviembre de 1930 o bien cierra o bien hay una reforma importante puesto que se vende el mostrador del bar. Debió de permanecer abierto porque en un número de la revista Mirador del año 1934, se cuenta una anécdota del limpiabotas del local que por el contexto parece actual. 

                 El Gato Negro. Se anuncia la pronta inauguración. Diciembre 1924. La Vanguardia. 


                                       Gaspar i Serra. El Gato Negro. Años treinta. ANC. 



36. Refectorium. El único establecimiento que consigna Einstein en su diario personal sobre el viaje a Barcelona en febrero de 1923. En el enlace adjunto, lo que conozco del local y de la visita de Einstein al mismo:  http://lavaix2003.blogspot.com.es/2015/05/einstein-y-el-barrio-chino.html


36. Cine Beliograff - Cine Principe Alfonso - Cine Ramblas. Es el mismo cine que varía de nombre con el pasar de los años (y de las circunstancias políticas). 






Arco del Teatro. Tercera parte. La taberna La Mina y las casas de dormir de su patio trasero.

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                              Anuncio de la taberna en El Diluvio (21 de abril de 1929)


Me caben pocas dudas de que fueron  los escritos de algún moralista puesto a reformador,  entre los anarquistas  había unos cuantos,  y  la sal gruesa con la que más de un periodista aderezaba sus crónicas “noveladas”,   los responsables principales de que una  taberna  de la calle Arco del Teatro se convirtiera  para las  buenas gentes de Barcelona en el  núcleo central, en el símbolo, de lo que para ellos era un inmenso patio de Monipodio, el Barrio Chino.  Ese honor le cupo a la taberna La Mina en el número 63 de Arco del Teatro.


Escribía Max Bembo en su libro “La mala vida en Barcelona” (1912/1913):

Es preciso descender y penetrar en el foco inmundo que se llama ‘La Mina’. Figuraos una tienda larguísima y espaciosa, que hace el efecto de un pasaje, porque comunica a dos calles; su celebridad es grande entre la gente de la mala vida. ¡Cuántas veces alrededor de una mesa se ha proyectado un robo, un homicidio, una violación! Entremos a eso de las ocho. Todas las mesas ocupadas por individuos de pésimas cataduras, devorando una comida poco alimenticia, con un porrón al lado, y muchos de ellos con la imprescindible prostituta. Pasará una hora. Algunos habrán ingresado en el albergue nocturno municipal, que linda con la taberna; pero el personal aumenta y ¡oh! desde estas horas contemplaréis el verdadero espectáculo de la miseria moral de aquella gente. Os hace el efecto de estar en un penal; recordáis caras vistas en éste; por vuestra imaginación pasan recuerdos del tipo verdaderamente criminal, y os ahoga esa atmósfera y queréis salir

Max Bembo era uno de los alias de un pedagogo llamado José  Ruíz Rodríguez, impulsor de escuelas para niños desamparados.  Anarquista, de los que pugnaban  por conseguir que entrasen la  luz y el agua corriente en los barrios bajos y que desapareciesen las prostitutas y la drogadicción,  y que sirvieron de coartada para que se abrieran nuevas vías en el barrio y se tirasen edificaciones  hasta que quedó convertido en un lugar donde apenas  vive nadie.  Esa luz y esa agua corriente y esas avenidas anchas  entraron en el barrio al tiempo que  sus habitantes se iban del mismo.  

Otro de los creadores de la imagen  de marca de la taberna, y en este caso muy principal,  fue Francisco Madrid en el número uno de la revista El Escándalo en 1925, donde retrata el barrio con imágenes de una sordidez entre cutre e ingenua:  “la llaga de la ciudad” “el domicilio de la mala gente”,  y que convierte al pobre tugurio en la gran taberna del barrio chino,  conjugando  el texto  el nacimiento de una denominación para los barrios bajos de Barcelona  -el Barrio Chino desde entonces-  con la asunción de que en el barrio chino había una taberna y esa taberna era La Mina.

                                                 Francisco Madrid - Revista El Escándalo, nº 1. 1925.



                                                La Campana de Gracia. Autor desconocido. 1927




Ayudó sin duda a la imagen de marca de la taberna, una fotografía de Frederic Ballell coetánea del escrito de Max Bembo.  Un lugar sucio, oscuro a pesar de los varios puntos de luz, que se prolonga hacia un fondo que no se ve  donde termina y que reúne a una serie de personas cuyas circunstancias sociales ya las debieron de derrotar desde el mismo momento de nacer. 

                                                      Frederic Ballel - Taberna La Mina. 1913


Hay un dato que me lleva a pensar  que La Mina fue una de tantas tabernas como había en el barrio chino, ni más canalla ni más familiarizada con la pequeña delincuencia que el resto. Y es que así como hay locales que aparecen una y otra vez en la crónica de sucesos por haber sido lugares de reunión de bandas criminales, o por la frecuencia con la que se producen altercados en ellos, La Mina no aparece apenas en la prensa de la época. Ni hay bandas que se refugien en el garito, ni es denunciado el local por victimas de robos, ni se producen peleas que terminen con detenidos.   No me sorprende, La Mina es un establecimiento de cierto tamaño y  hay  negocios y reuniones  que buscan  un ambiente recogido con pocas miradas que La Mina no podía ofrecer. .  En  La Mina, el tráfico de gente era incesante.  Hay quien acude a beber,  quizá para más tarde dormir apoyado en la mesa, y hay quien entra en La Mina de paso para los dos casas de dormir que hay en su patio trasero.  Acudirían al garito los periodistas y reformadores. Se aturdirían con los olores y el trasiego de gente, y bautizarían a la taberna como lugar principal de las lacras que perseguían.  

Sabemos que en 1908 la taberna ya estaba abierta y con el nombre que la hizo famosa. Su titular era un tal Pedro Matarrodona que la anunciaba como bodega, taberna y casa de comidas.  La taberna se levantó sobre lo que había sido una fábrica que Francisco Madrid llama Can Rocamora  añadiendo que se trató de la primera fábrica de espelmas de España, si bien en el Arxiu Historic de la Ciutat en dicho lugar solo aparece un plano de la casa-fábrica de Antoni Cabanellas del año 1846 dedicado a la fabricación de jabón.


               Plano de la casa-fábrica de Antoni Cabanellas del año 1846. Entre Arco del Teatro (Trentaclaus en el plano) y Cid.



  Una foto de los años cuarenta/cincuenta de autor desconocido tomada desde la calle del Olmo. Al fondo, bajo la flecha, la taberna La Mina.



No hay más historia que esta de La Mina. Se mantuvo en su linea, sirviendo bebida y comida y a lo mejor permitiendo que aquellas personas que llegaban tarde a las casas de dormir de su patio trasero se quedaran dormitando por la noche recostadas en una de las mesas. En 1927 estuvo muy cerca de rodarse una película con Angel Marsá de guionista y dirigida por uno de los hermanos de Baños que se pensaba titular "La hija del pecado" y que se hubiese desarrollado en el barrio chino, con la taberna La Mina como uno de los escenarios de la misma. No tengo noticias de que el proyecto  llegase a cuajar.
Entre los años sesenta/setenta, el edificio fue derribado.


En el patio trasero de La Mina y abriéndose tanto a la taberna como a la calle del Cid daban servicio dos casas de dormir, Cal Jaume y Cal Ventura.  Al menos  una de ellas se levantaba sobre un albergue municipal que se inauguró a finales de 1904 y se mantuvo operativo hasta julio de 1924. 

                      Inauguración del albergue municipal. La Vanguardia - 31 de diciembre de 1904



En la Ilustració Catalana del año siguiente, nº 135, aparecían dos imágenes del nuevo albergue municipal. 



A partir del año 1925, el albergue, propiedad del Muy Ilustre Sr. D. José Mª de Bofarull y de Olzinellas, barón de Ribelles pasó a desarrollar las funciones de albergue para menesterosos con carácter privado  con el nombre de  Cal Jaume. 

                                                     Casas i Galobardes. 1932



                                      1933. Revista Estampa. Autor desconocido.


                                                    Autor desconocido. Años treinta. Cal Jaume.


Margaret Michaelis. 1934. 


Kati Horna. 1936. Entrada por la calle Cid 12 a las casas de dormir. La cortina metálica del edificio de la derecha es la entrada a La Criolla. 

Detalle de la foto anterior sobre el marco de la puerta indicando que Cal Jaume tiene la entrada por el patio a mano derecha. 


Esquema de la taberna La Mina, los patios interiores y las casas de dormir confeccionado por mi sobre un plano de 1944.  "CALLE" es la calle Arco del Teatro, "C." es calle del Cid, las zonas de color más claro son patios.

Calle del Cid. La flecha indica el número 12 de la calle que daba entrada a las casas de dormir y a los patios traseros de La Mina. Detrás aparece La Criolla (revista Nuevo Mundo, 1932).



Fotografía del edificio interior del patio de La Mina que albergaba Cal Jaume (años sesenta. Album familiar de Rosa María Llorens Herrero). 


De nuevo con la calle Mediodía.

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                                                Josep Dominguez. 1933. AFB. Calle Mediodía. 



Una y otra vez volvemos en este blog a la calle Mediodía.  ¿Qué nos lleva al encuentro de lo que para la ciudad de Barcelona no es casi ni un recuerdo,  y del  que por otro lado  no queda el menor resto físico,  sepultada que fue la calle  por la avenida de las Atarazanas? 

Nos atrae de la calle Mediodía  la circunstancia de que siendo una travesía tan corta y sin conocer apenas el nombre de alguno de sus locales,  sin esta calle no se entiende el barrio chino. Del mismo modo se puede decir que  su desaparición tras la guerra significó el eclipse del barrio chino. Así, que le dedico otra entrada.

La calle Mediodía une, hace de engrudo físico y sobre todo humano,  al resto de calles del barrio chino y favorece el encuentro entre los  distintos elementos que habitan en él.  

Es en la calle Mediodía donde Salvador Segui predica a las prostitutas el evangelio de un tiempo donde no habrá explotación; es aquí donde se refugian los emigrantes que huyendo de la Alemania nazi llegan a Barcelona; en la calle Mediodía se encuentran para planificar sus asaltos, tanto miembros de la FAI, como del Sindicato Libre, como de diferentes grupos más o menos relacionados con alguno de ambos.   


                                                                  La Libertad. 1933


En la calle Mediodía mueren los anarquistas que intentan asaltar el cielo por la vía de conquistar a fuego el cuartel de Atarazanas en cada una de las huelgas generales que declaran durante la república. Los travestis se mezclan con las gentes del sur que llegan a Barcelona a  rebufo del trabajo en alguna de las dos exposiciones y  que ya no dejarán Barcelona.  

La algarabía, el bullicio del mercado callejero que todos los días se despliega en  sus aceras es ensordecedor.  El hedor de los albañales cegados por los restos de alimentos podridos al terminar el mercado debe de ser tan intenso que cuando llega el verano y el calor se hace sofocante,  es un dilema elegir entre  abrir la ventana y morir de la peste que  llega de la calle o  dejarla cerrada y perecer horneado por el calor que almacenan las habitaciones.   

                                                                          El Diluvio. 1936




                                                  Josep Dominguez. 1933. AFB. Calle Mediodía. 



Aquí viven quienes se relacionan con  aquella parte de la burguesía que se adentra en zonas poco peligrosas del chino en busca de los placeres que no le concede un matrimonio que antes que otra cosa es un contrato de intereses económicos. Los travestidos, las prostitutas, aquí se almacena la droga con la que se empolvan la nariz esos burgueses anhelantes de experiencias canallas.

En entradas anteriores recordamos las cuatro esquinas, el punto donde daba comienzo la calle  Las cuatro esquinas;  los locales de mayor  tronio de la calle  la calle del Mediodía,  no otro cosa que figones, tascuchos y casas de dormir miserables:  la mina pequeña, casa Pitoño, la Paloma de Valencia o el bar Scandinavia o quizá Escandinavia (Los alemanes y la calle Mediodía).  Ninguno de estos sobrepasa el nivel del tascucho  o casa de dormir miserable,  si conocemos su existencia es por haber llamado en algún momento la atención de los periodistas.  
Tambien recordamos la muerte del Pernales en las cuatro esquinas ¿por qué murió el Pernales en la calle San Ramón?

Hoy relacionaré el resto de locales que he encontrado en la calle.  Si estos establecimientos aparecen casi siempre en  relación con incidentes  por asuntos de  agresiones, drogas, robos y prostitución es  por un sesgo que se explica porque cuando la calle Mediodía asoma y recuerda su existencia a los barceloneses durante el primer tercio del siglo XX,  es en forma de crónica de sucesos. Por eso hay con mucha mayor frecuencia en estas notas travestidos  que trapichean con droga en lugar de inmigrantes murcianos que trabajan, cuando lo encuentran,  en las fábricas del Pueblo Nuevo o en el puerto de Barcelona, y que junto a sus familias forman  la mayor parte de la población de la calle.  



2. Estanco de Tomás Cera (1932). En este establecimiento, informa el anuncio, se encuentran siempre existencias de los chiclets Addams (pippermint-menta).


3. Casa Madam (1918). Prostíbulo. 

5. Mina Pequeña (en esta entrada: mina pequeña)

8. Taberna (1928). Arrendada por José Martin Baena que se dedica a la venta de cocaina al menudeo. 

9. Tienda de comestibles de Jenaro Tuson. En 1927, y en el transcurso de una investigación criminal, se descubren en el establecimiento 30 tabletas de chocolate (del de comer, no del que se fuma) de la casa Juncosa que habían sido sustraidas de un camión. Barcelona, ciudad sin ley o así. 

                                                               La Vanguardia. 1927
                                              


10. Cal Pitoño (aquí: Cal Pitoño).

10. Taberna. En 1934 es detenido el arrendatario por encontrarse en su poder un frasco con cocaina. En la taberna se traficaba al menudeo con la droga. En la crónica del suceso aparecen La Canaria (Juan Chaves) y La Iris (Enrique de Diego) y dejamos aquí escrito su nombre -y dejaremos el de todas las que vayamos encontrando- como homenaje,  por las bofetadas que debieron de recibir en aquella y en muchas otras ocasiones. 

                                                      La Vanguardia. 1934


12. La Carmen (1925). Prostíbulo. 

12. Vicenta (1931). Prostíbulo. 

12. En 1888, en uno de los locales de la finca tuvo lugar una refriega tratada con mucho humor por el periodista.  Por espíritu de caridad todos fueron curados, a fin de que cuanto antes se hallen en disposición de provocar otro conflicto por el estilo




13. Taberna (1935).  Refugio de una pequeña banda de ladrones de automóvil. 


                                                                        La Vanguardia. 1935. 



14. Traperia (1924). Compra de objetos robados. 




15. En un piso de la finca son detenidos un grupo de pequeños traficantes de cocaina (1926). Entre los detenidos figura el conocido como La Francisquita alias que debe de corresponder a Francisco Doñate. 




16. Bar Scandinavia o Escandinavia (aqui: Bar Scandinavia ).

18. La Navarra (1918).  Prostíbulo 

19. La Paloma de Valencia (aqui: La Paloma de Valencia)

20.La Tranquilidad (1918). Prostíbulo. 

22. El Recreo (1918). Prostíbulo. 

23. Casa Horacio (1931). Prostíbulo. 

24. Casa las Diez Mujeres (1918). Prostíbulo. 


Establecimientos de la calle Mediodía de los que ignoro la dirección


-Bar Roure

                        Sebastia Gasch evoca sus paseos con Miró por el chino y recuerda el Bar Roure



-Café Italiano.  Se encontraba cerca de la desembocadura de la calle en el Portal de Santa Madrona. 

                               Café Italiano. Papitu, 1912. Caricatura de BON. 



-Casa Felix, taberna (1938). Se detiene al dueño del establecimiento tras encontrar  la policía dos pistolas en un registro del local.


-Ca la Gloria. Keens-Arm (1913). Locales con baile. L'Esquella de la Torratxa los menciona al hablar de la rutina nocturna del corrido, una institución en la Barcelona que se divierte a principios de siglo, 


-Fonda alemana. Aparece en una serie de reportajes del periodista Bartrina en La Publicidad sobre la emigración alemana en Barcelona (13, 14, 15 y 18 de abril de 1934). Bartrina no da el nombre del establecimiento. La denomina fonda alemana, señala que se encuentra en la calle Mediodia, e indica que en la misma recalan muchos de los vagabundos alemanes que llegan a Barcelona.

“El gran quarter general dels falsos i d'alguns dels veritables refugiats politics a Barcelona s’aplega i resideix en aquest carrer tan miserablement acolorit del darrera les Drassanes que porta el nom de Migdia. Qualsevol vagabund alemany que arreplegueu a Barcelona us dira que viu a la Fonda Alemanya del carre del Migdia. Aquesta dita Fonda no és mes que una taverna i casa de dormir on per rnitjá d'un retol descolorit a la porta s’anuncia el preu dels llits: "Camas, betten, a 6o céntimos. L'amo és catala, i com a bon catala és un home trempat i forçut. No és, doncs, alemany ni té cap parentiu amb alemanys”. […]


L'amo de la Fonda fa la seva feina completament absent a tot el que es parla i s'amanyaga al seu entorn. La seva muller, catalana també, collabora amb ell en alló que tan sols els
interessa: el farciment del calaix. […]


A la casa, que és un dels pocs llocs inedits, curiosos i acolorits de veritat que encara resten al nostre barri xines, no s'en estatgen mes que estrangers de Centre Europa. La nostra pobrissalla
no hi va, puix que els sembla que no son a Barcelona. Els rétols, els avisos, els preus, tot, o está
escrits en alemany o be en bilingüe. […]


El cuarto y último articulo de Bartrina incluía una carta del que se daba a conocer como dueño de la fonda alemana, de nombre Carmelo Juan , quien se quejaba del tratamiento de Bartrina dado a su fonda, en particular a la circunstancia de que hubiese alojados homosexuales y pederastas en la misma. Señalaba que la mayoría de alemanes que albergaba habían sido remitidos por el cónsul de Alemania y la asociación de beneficencia de Alemania.


No termino de entender  la existencia de dos casas de dormir en la calle Mediodia,  con una clientela que en ambos casos es casi por completo alemana,  casi por  las mismas fechas y con referencias donde quien menciona a una de ellas nunca menciona la otra. El Bar Scandinavia y la Fonda “Alemana”.

Claro que hay datos sobre una y otra que  parecen indicar que no se trata del mismo local.  La discrepancia es completa en lo que hace al  nombre del dueño. Carmelo Juan en el caso de la Fonda Alemana, Käthe Goedel-Römer en el del Bar Scandinavia.  Aunque Goedel-Römer no siempre es señalada como dueña del Scandinavia,   en Barcelona, mayo 1937su condición es la de trabajadora del local.  

Carmelo Juan indica en su carta a La Publicidad que la mayoría de las personas que alojaba le eran remitidas por el consulado alemán. Entre los años 1933 y 1936, el consulado alemán, en manos de personas afines al régimen hitleriano, no podía tener tratos con un local donde se reuniesen personas opuestas al nazismo  y las referencias al bar Scandinavia son de personas relacionadas con las milicias anarquistas, con el DAS alemán o con las brigadas internacionales, pero  ese “tropismo” del cónsul nazi y de los anarquistas por la calle Mediodia sucede en momentos distintos; la fonda alemana en 1934, el bar Scandinavia a partir del inicio de la guerra civil.  No se puede descartar que se trate del mismo local.

Para complicarlo más, una nota en La Vanguardia en 1932, informa de las denuncias por amenazas que Frederich Felimann,  súbdito alemán,  presenta en el juzgado contra varios compatriotas suyos que le han amenazado de muerte si el denunciante daba malos informes de ellos. Se nos informa que Felinmann es dueño de una casa de dormir en la calle Mediodia.


-La Barraca (1930). Fulgencio Chapitel se dirige al local para comprar cocaina.





-Un industrial lechero entra en una taberna de la calle Mediodia, donde se queda dormido y le roban. Al parecer, eso manifiesta al menos, le echan un somnífero en la bebida. Sea como fuere aparece el nombre del industrial para regocijo de sus vecinos. Año 1923. 

                                                                  La Vanguardia. 1923 




CA’L SAGRISTA /WU-LI-CHANG. Calle del Cid, 7

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                Anuncio del Sagrista. Esquella de la Torratxa. 1932




               Gabriel Casas i Galobardes. Años treinta. Calle Peracamps. A la derecha se ve el rótulo luminoso de Ca'l Sagrista,                    




En 1917, Antonio Sacristan, dueño de una posada para marineros en la calle del Cid, número 7, acude a la redacción de El Diluvio para dar cuenta de lo que el redactor de la noticia califica de intolerable atropello. Sacristán había sido retenido por los mossos de esquadra, interrogado en comisaría y golpeado en relación al paradero de  una escafandra de la que Sacristán decía no saber nada .

                                                                        El Diluvio. 1917


Debía de ser de una persona bragada el tal Sacristán porque en 1922 vuelve a aparecer su nombre en la crónica de sucesos,  por un intercambio de golpes con un parroquiano en el bar de su propiedad situado en el mismo edificio que la posada, la calle del Cid, 7.  Por esta segunda noticia sabemos que su nombre completo era Antonio Sacristan Collado y que  tenía 49 años.



                                                                                  La Publicidad. 1922




Que ahí mismo se abriera un local de nombre Ca’l  Sagrista a mediados de los años veinte, lleva a suponer que su dueño no fuese otro sino el antes mentado Antonio Sacristán.  Sacristan  a su vez era el dueño o al menos uno de ellos de la sala de enfrente cruzada la calle del Cid,  el conocido La Criolla. Dos establecimientos dedicados a lo mismo, uno frente al otro. ¿la demanda era tan grande  que podía llenar ambos?  La respuesta es clara y rotunda, si. La demanda era grande y ambos locales siempre estaban a  reventar. 

¿Y que era lo mismo?  Los periodistas que  fijaron su atención en  los locales de la calle del Cid, Francisco Madrid, Josep Maria Planes, Sanchez Ocaña… ,  hablan siempre de miseria y vicio, es decir, prostitución, droga,  robo y travestismo,  dejando traslucir la repugnancia que les inspiraba.  Repugnancia y fascinación. Algo así como el niño que ante una escena que le  repele se cubre los ojos con la mano, abriendo los dedos para poder ver lo que a la vez le atrae.   

                                               Ca'l Sagrista. Fotografía aparecida en la revista Crónica en 1933


Y es cierto que algo de todo lo que reflejaban en sus artículos  había.  De no ser así, no hubieran sido lugares a los que peregrinó  la intelectualidad europea, en particular la francesa,   encantada de visitar  salas de espectáculo en donde se desplegaban las artes del sexo prohibido, en particular la homosexualidad que no se esconde.   Georges Bataille en su viaje a Barcelona en 1935, hace la Tourneé des Grans Ducs; Bataclan, Pay-Pay, Madame Petit, La Criolla (que encuentra cerrada) y Ca'l Sagrista.  

Algún escritor  menos sensible a la necesidad de trufar sus artículos con elementos escandalosos, hace referencia a  una mayoría de proletarios y marineros bailando en los locales de la calle del Cid, así Josep Maria de  Sagarra en Vida privada

Que La Criolla y Cal Sacrista multipliquen su aparición en artículos de prensa y en novelas tras la Exposición Universal de 1929, me hace suponer que la Exposición fue el  momento en que se promocionaron dichos lugares como sitios donde se podía ir a observar  como se conducía el vicio sin tapujos  y a disfrutar de la experiencia sin  que corriese peligro el observador.  Ya se preocupaban los encargados del local  impedir trifulcas y peleas en su interior.  A los dueños les interesaba  que sus locales apareciesen como una muestra de los deseos oscuros de los pudientes, con ellos ganaban una clientela de posibles que les haría la propaganda y a su vez necesitaban que la experiencia pecaminosa estuviese controlada.

 Al volver a su país, o a su tertulia en el Eixample, los visitantes extenderían la novedad boca o boca amplificando las peculiaridades de lo que habían visto. 

Paulatinamente, Ca'l Sagrista se fue convirtiendo en una sala de espectáculos donde primaban los artistas del transformismo. Las fotos que inserto a continuación pertenecen a una serie de Josep María Sagarra de los años treinta. 










Ca’l Sagrista, al igual que La Criolla y como toda el área en torno de ambos locales era una zona en donde la homosexualidad se podía expresar sin tapujos, incluyendo los ejercicios de travestismo.  Era frecuente ver por las calles del Cid y Mediodia a  varones vestidos de mujer,  tabernas y casas de dormir facilitaban los encuentros de homosexuales y quien tenía una vena artística se ganaba la vida actuando.

En 1933 y con el voto favorable de todos los grupos políticos y el aplauso de la prensa, tanto la de carácter conservador como la que se consideraba avanzada, se aprobó en las Cortes la Ley de Vagos y Maleantes para el tratamiento de los elementos antisociales, vagabundos, proxenetas, nómadas y cualquier elemento considerado antisocial.  

Sucedió lo usual. La presión moral desplazó a ciertos grupos de personas  con una conducta que la sociedad señalaba como reprobable hacia lugares degradados y miserables en donde encontraron una rendija de tolerancia que les permitió mostrarse y actuar. En  un segundo momento,  la circunstancia de encontrarse y actuar en la miseria fue el argumento definitivo que se utilizó para castigarlos. La homosexualidad  fue vista  por la sociedad del primer tercio del siglo pasado, que es el periodo que más nos interesa,  como una conducta más viciosa por el hecho de que  el mayor número de homosexuales se encontraba  en el barrio más degradado de Barcelona. 

Pero dejémonos de digresiones y volvamos a Ca’l Sagrista.  Se quejaba Sebastia Gasch en un artículo de 1936, del deterioro kitsch del ambiente del local. Lo que a mediados de los años veinte recordaba un salón de puerto inglés con pinturas ingenuas que rememoraban estampas coloniales como las que adornaban las cajas de puros de la época, se transformó en  una sala pintada de un amarillo insolente con pinturas chinescas.  Vino  una tercera etapa en 1934,   con  Ca’l Sagrista convertido en el  Wu-Li-Chang y la sala transformada en una chinoiserie. ¿Qué no había o eran muy pocos los chinos del barrio chino? Pues empapelamos con motivos chinos el antro. 

                                                                         Autor desconocido. 


                                                         Espectáculo de transformismo en el Wu-Li-Chang

                                                                     Las luces de neón de La Criolla y Wu-Li-Chang, frente a frente. 

                                  


Wu-Li-Chang transvestido en el local más chino del barrio chino se dedicó a los espectáculos de transformismo. Y en esa modalidad fulgió el gran Mirko.

Mirko




Con la guerra desaparecen las referencias al lugar. No encuentro datos de que el edificio que albergaba el Wu-Li-Chang quedase afectado por los bombardeos 

El Café Catalán de la Rambla Santa Mónica

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                                               Café Catalán.     Fot:. Gaspar i Serra. ANC.  c1930.



Las fechas extremas que encuentro rastreando en la prensa señales de la existencia del Café Catalán son el 10 de octubre de 1881,  cuando un anuncio en  Publicidad  informa del precio al que  el establecimiento  venderá el café a partir de la fecha,  y el 19 de noviembre de 1940 en La Vanguardia [Española]   en relación a una cartera perdida y la gratificación que se concederá al que la encuentre.

Entre ambas noticias anodinas se extienden casi 60 años de actividad de un local que tuvo grandes momentos.

                                                        Café Catalán.   Fot:. Gaspar i Serra. ANC.  c1930.




La Rambla Santa Mónica era la parte oscura de las Ramblas. Estaba el cuartel de Atarazanas y un sucio puerto al fondo  del paseo donde fondeaban barcos con banderas de todos los países ribereños del mundo.  Soldados y marineros  llenaban la abundante colección de  bares de camareras y  meubles de ambas aceras de la Rambla y  se desparramaban por el barrio chino a través de las entradas que se abrían por Arco del Teatro y Portal de Santa Madrona.

Con diferencia sobre el resto de locales,  el Café Catalán fulgía en el negociado de establecimientos de ocio del paseo. Un local muy grande, llegó a ofrecer 150 chicas en calidad de tanguistas.

Escribía Josep Maria Planes en 1929, que en Barcelona se sabía que había arribado un gran barco por tres indicios, los tres en secuencia temporal. El primero era la información de la sección marítima de la prensa. El segundo porque los pequeños contrabandistas de las Ramblas, los que se dedicaban al menudeo, te vendían Camel (Planes escribía "Cammel") a un precio recomendable. El tercero era que el Gran Café Catalán se llenaba de marineros.

Se encontraba en el número 6 de la Rambla Santa Mónica, en la antigua numeración de las Ramblas. Cerca y en la misma acera del Teatro Principal.


Vayamos a la relación de cambios que se produjeron en el local a lo largo de sus 60 años de actividad:

En 1909 y bajo la modalidad de sociedad “Sociedad El Grumete”, Café Catalán se convierte en café de camareras con billares.

                                                          La Vanguardia. 7 de marzo de 1909. 



En los años veinte, y sin que desaparezca  la actividad de alterne propia del café de camareras, se añade al local la oferta de tanguistas.   Son los años en los que el maestro Demon se hace un nombre interpretando al piano las músicas del momento, jazz, fox-trot, a los amantes de la noche que aterrizan en el Café Catalán: tanguistas, marineros, artistas del resto de locales de la zona que acudían cuando su sala de espectáculos cerraba, periodistas, beldades internacionales–escribía Angel Zúñiga- con una sed inagotable de champán.   
El baile con ticket, a través de las taxi-girls o tanguistas, se prolongaría hasta el inicio de la guerra. 



                                                    Casas i Galobardes.  El maestro Demon (Lorenzo Torres Nin)





                                     


En 1924, el café se vería implicado en un episodio de trata de blancas que terminaría sin mayores consecuencias para la sala de espectáculos. La dirección del establecimiento no sabía, no conocía, no había visto nada y todo se debía al malentendido de que los delincuentes habían sido detenidos cuando casualmente tomaban una consumición en el interior del Café Catalán. 



                                                                La Libertad. 12 septiembre 1924. 



Al sr. Ramón Ribe, dueño del Café Catalán, contribuiría a quitarle el mal sabor de boca que sin duda le ocasionó el incidente de la trata de blancas, y quizá a reducir el coste que a lo mejor tuvo que los distintos sectores de la administración del estado que trabajaban en el caso contemplaran con ecuanimidad su participación en el asunto, que pocos meses más tarde resultara agraciado con el primer premio de lotería.  

                                                      La Vanguardia. 14 octubre de 1925. 



Ya en los años treinta, el Café Catalán que en los rótulos luminosos de la fachada añade la denominación de Dancing a la circunstancia de ser un café, presenta espectáculos con transformistas o imitadores de estrellas. Barcelona se estaba convirtiendo en uno de los lugares prestigiosos  para los turistas en busca de ambiente canalla, y el local decide hacer competencia a La Criolla y Cal Sagrista. Entre los transformistas que desgranan sus canciones y sus bailes en la sala,  destaca el gran Darwin. 

                                            Sebastia Gasch. La Rambla.  31 diciembre 1934. 


                                                                                           c1930. 


Y con la guerra, el silencio y al poco la desaparición del local. 

Calles Unión y Marqués de Barberá. Relación de establecimientos comerciales en los primeros decenios del siglo pasado.

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Siempre fueron dos calles, una continuación de la otra  encontrándose en  donde desembocaba la calle de Santa Margarita, excepto por un breve periodo de tiempo durante la guerra civil, cuando a ambas  se les dio el nombre de Mariano Foye. Foye, periodista, piloto republicano, promotor del vuelo sin motor en Cataluña,  en 1937 cayó abatido  a la altura de Tardienta  mientras pilotaba un avión.  El 19 de julio de 1938 fue honrado dando su nombre a las dos calles.  La ocasión fue fotografiada por Branguli en un reportaje donde aparecen el alcalde de Barcelona y otras autoridades de la Generalitat y el Ayuntamiento.


                                      Branguli. Colocación en la calle Unión de la placa  con el nuevo nombre de la calle. 



Y recordado que ha sido Mariano Foye,  paso a relacionar los establecimientos, locales, salas de espectáculo,  y otros lugares que me interesan de las dos calles en los primeros decenios del siglo XX. 



CALLE UNIÓN. ACERA DE LOS NÚMEROS PARES. 


4. Ideal Bar.




En otro local de la finca se encontraba CASA ESCARDIBUL que en un anuncio del Almanaque El Diluvio de 1929 se anunciaba como la única fábrica en España de bolas y mesas de billar. El anuncio hace constar que Casa Escarbibul tiene otro establecimiento en la calle Barbara 7.




8. Local de la sede de practicantes, inaugurado en 1933. 

                                   Pérez de Rozas. AFB. Local de la sede de practicantes. Inauguración. 



12. Maruxa.  Que a un  café cantante del entonces distrito V se le diese el nombre de Maruxa me lleva a  pensar si no fue el éxito de la zarzuela Maruxa del maestro Vives, estrenada en el Tivoli pocos meses antes de que aparezca en la prensa propaganda del local, la razón del nombre.   

Las primeras noticias que tengo del local son de noviembre de 1916, cuando se anuncia la venta de reservados del establecimiento por encontrarse en reformas. Al mes,  el bar ya es etiquetado de Salón Tango y se informa al selecto público que es inminente la apertura de La Cueva, a la moda, cabe suponer, de tantos otros locales del distrito V que habían habilitado un sótano en donde las tanguistas expresaban sus habilidades con mayor libertad que en la planta al nivel de la calle. 

                                                                   La Vanguardia - 4 de noviembr de 1916.



                                                                       El Diluvio - Diciembre de 1916.



Un año más tarde, el local aparece bautizado como Maxi’s Moderno y anuncia que cuenta en su elenco de artistas con un profesor cubano, al modo del Excelsior donde el Principe de Cuba  causaba tantas humedades como señoritas  solicitaban que les enseñase un paso de baile u  oír de sus labios una canción. 

                                                                      9 de diciembre de 1917. 


En enero de 1919, el nuevo dueño del establecimiento, Antonio Mira,  da cuenta de la reapertura del local con su nombre de siempre, Maruxa, y añade sobre el nuevo local  “que no tiene ninguna relación con los antecedentes de este establecimiento”

                                                                     El Diluvio . 4 de enero de 1919.


                                                                Papitu - Marzo de 1919.


Del modo que sigue, describía Papitu en marzo de 1919, los servicios e indudables cualidades del local. 





No he llegado a enterarme de cuales eran los antecedentes del antro que el nuevo dueño,  Antonio Mira, se preocupa por subrayar que no tienen relación con el nuevo local, pero un episodio en marzo de 1919, puede dar cierta luz sobre los mismos. El 10 de marzo discutieron, al parecer por cuestiones fútiles, un estudiante de 21 años, Jose Mur, y un pincho de 33, Miguel Villar.  El pincho era una institución en los locales del distrito V. Una mezcla de guarda de seguridad y chulo que mantenía el orden en el antro a la vez que los dueños le permitían gallear.   El estudiante viendo que la discusión se encrespaba decidió marchar del local, momento en  que Miguel Villar sacó una pistola y disparó al muchacho hiriéndole en la barriga.

Desde el incidente con el pincho, desaparece toda mención al bar/cabaret/music hall Maruxa.  Es posible, en esta historia y con los pocos datos que he conseguido  no hay más sino que algunas hipótesis son posibles y en el mejor de los casos probables, que el incidente causara el cierre del local 


12. Brigida. Años más tarde de la desaparición del Maruxa, en 1934,  consta  la presencia de un prostíbulo, casa Brigida, en la finca. 


                                                              Papitu - Marzo de 1934. 



16. Dr. Alcantara. Vias urinarias.  Veremos varios médicos en estas calles dedicados a problemas de vías urinarias. No es que los cólicos nefríticos o el crecimiento de la próstata fuesen más frecuentes en esta zona que en otras de Barcelona, a lo que se dedicaban era a tratar las enfermedades venéreas que, estas sí, eran mucho más frecuentes.  El Dr. Alcántara informa  que trata la avariosis, un modo muy discreto, y por lo general fuera del conocimiento de las esposas, de  dar a conocer que se dedica a tratar enfermos de sífilis. 

                                                                  El Diluvio - Abril de 1929. 


20. Dr. Alomar. Vias urinarias.
                                                                        Diciembre de 1918. 


26 y 28. Industrial Bolsera S.A. Fábrica de confeti, serpentinas y bolas de nieve.

                                                                                  1929


34. Dr. Sampera. Vias urinarias. 
                                                                            El Diluvio - 1919. 




CALLE UNIÓN. ACERA DE LOS NÚMEROS IMPARES.


3. Ferrer y Mir. Goma, guttapercha y amianto. Artículos aplicables a la cirugía, ortopedia y mercería.

                                                                               Anuario Riera - 1909. 




5. Casa Segala. Farmacia.  Comercializaban productos para las cabras (ladillas), purgaciones (gonorrea), una "pomada el chino" que cura un sin fin de enfermedades, desde la tuberculosis a las hemorroides. Una farmacia para todo.  Años veinte a treinta. 









7.  Un edifício con mucha historia que ya tuvo una entrada en mi blog.  








CALLE MARQUÉS DE BARBERÁ. ACERA DE LOS NÚMEROS PARES.


6 y 8. Pensión Bilbaina. Abierta día y noche  (1919).


En la finca se produce un hecho luctuoso que es juzgado en noviembre de 1906. Un amante despechado, Antonio Castillo Peña.  asesina a cuchilladas a la bailarina Rosita del Oro. El tribunal llega a la conclusión de que el asesino no actúa en un momento  de locura ocasionada por trastornos circulatorios del cerebro propios de una degeneración por herencia alcohólica, neurastenia cerebral morbosa o invasión sifilítica de la base del cerebro que alteraran su voluntad.


16 y 16bis. Albergó la finca la redacción de La Vanguardiaentre enero de 1888 coincidiendo con la entrada  en la dirección del medio de comunicación de  Modesto Sánchez Ortiz y septiembre de 1892 en que la redacción se traslada a la calle Pelayo.

Entre 1912 y 1916, encuentro noticias del café de camareras  La Patria Chica bajo la modalidad de sociedad recreativa. Simultaneamente, en otro local del mismo edificio se encontraba el  café de camareras, el Tabarin Parisien. Una única referencia a un tercer local Cabaret Olimpia en marzo de 1919. 


                                                                                                   El Diluvio - Abril 1912


                                                                                                               El Diluvio - 1916


                                                                                                            El Diluvio - 1915


                                                                                       La Publicidad - 1919. 



20 y 22. Aparecen en el libro de Paco Villar sobre el barrio chino,  a raíz de la destrucción de ambos edificios el 17 de marzo de 1938 por efecto de los bombardeos.  Explica Paco Villar que en ambos,  había prostíbulos que en el momento de la explosión estaban llenos.

En el número 22, se encontraba La Especial, tienda de gomas higiénicas.  Enseña por un método científico a usar los preservativos. No se me ocurre cual debe de ser el método. 

                                                                                  Papitu - 1932. 


                                                                     Casas i Galobardes. Años treinta. La Especial. 






26. Redacción de El Eco Escénico. 1921. 




CALLE MARQUÉS DE BARBERÁ. ACERA DE LOS NÚMEROS IMPARES.

5. La Flecha. .Prostíbulo.

                                                        El Diluvio - Febrero 1933. 




7. Ball Musette. Años treinta. Se anuncia como el primer baile musete, es decir, con taxi girls, de Barcelona. Sobre lo que fueron los bailes musete, los locales en los que previa compra de unos cupones, un varón podía seleccionar la chica con la que bailar, en esta entrada. 



                                                                                  Papitu - 1934. 




11 y 13, Redacción del periódico La Publicidad (1878-1939)


15. Semanario Cine Popular. Entre 1921-1925


19. Vaqueria (1918)


21. J. Torrente Instalacion de pararrayos. De 1860 a nuestros días, permanece aún activa. 


                                                         Fotografía obtenida en la web de la empresa. 


23, Casa de socorro. Sociedad de amigos de los pobres.


                                                                                      Revista Mirador. 1931. 



27. Meuble Verdura. Sucursal del Meuble Mont d'Or que se encontraba en el Portal de Santa Madrona, 6. 

                                                                           Papitu - 1935. 


29. Preservativos La Pajarita (1931)



35. Fabrica de licor Caprinet (1932)



El Barrio Chino y la insurrección anarquista de enero de 1933.

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                                                 La campana de Gracia. Número de 14 de enero de 1933. 



Las revueltas obreras en Barcelona tuvieron su epicentro en el Distrito V (ahora Distrito I, por otro nombre Raval)  ya desde sus inicios, allá en los finales del siglo XIX si descartamos los disturbios por las selfactinas.  Desde las calles del Olmo, Cadena, Riereta, San Pablo irradiaron al resto de Barcelona los estallidos de rabia del proletariado, y fue sobre todo en éstas que he nombrado  y en el resto de calles del distrito donde se levantaron en mayor número las barricadas que intentaron frenar a las fuerzas de la guardia civil y el ejército. 

Con la dictadura primorriverista, la efervescencia social fue pasando a la periferia de la ciudad y aún más lejos. Pueblo Nuevo, Sants, Hospitalet, Terrassa fueron los nuevos núcleos que alimentaron las rebeliones.

La insurrección anarquista de enero de 1933 volvió a situar al distrito V, y en particular al barrio chino, en el centro de la insurrección.  En esta ocasión, y atendiendo al carácter de la intentona,  el barrio chino  se limitó a proporcionar el marco urbano de la revuelta.   Y es que se trató de un pulso –un episodio de “gimnasia revolucionaria” como lo llamó Garcia Oliver, uno de sus instigadores- entre anarquistas y fuerzas del orden más que una revuelta popular y masiva.  


                                   Fotografías de las fichas policiales de Garcia Oliver (arriba), Durruti (centro) y Francisco Ascaso (abajo).

La insurrección que tenía que darse en el contexto de una huelga general revolucionaria en toda España iniciada como apoyo al sindicato de ferroviarios, transformó sus objetivos en una acción más modesta al negar su apoyo  la mayoría de trabajadores de los ferrocarriles tras considerar que no se daban las condiciones para conseguir los objetivos previstos, un aumento de salarios del sindicato convocante como programa mínimo.  

Garcia Oliver convenció a los grupos de acción de la CNT de  aprovechar el impulso que había causado la convocatoria de huelga general para asaltar los cuarteles del ejército, repartir las armas que se consiguiesen y que prendiesen las barriadas obreras  la llama de la revolución. 

La acción se convocó para el domingo 8 de enero. La mayoría de soldados de los cuarteles estaría de permiso y sería factible neutralizar los retenes que quedasen de servicio.   El resultado fue muy inferior a las expectativas creadas entre los anarquistas.  Las fuerzas del orden estaban sobre aviso y la intentona se saldó con varios muertos y unas cuantas decenas de heridos por ambos bandos.    

Atendiendo a los objetivos del blog, paso a relacionar aquellos acontecimientos que tuvieron lugar en el barrio chino durante la insurrección. Mis fuentes son aquellos medios de comunicación de la época  que he conseguido encontrar donde se mencionan los incidentes (La Vanguardia, ABC, El Diluvio, La Rambla, Heraldo de Madrid, El Sol, La Libertad, Solidaridad Obrera, La Veu de Catalunya. Revistas: Crónica,  Estampa, L’Esquella de la Torratxa, La Campana de Gracia).

Cabe apuntar que excepto Solidaridad Obrera,  la totalidad de medios de comunicación muestra en sus crónicas y editoriales una actitud crítica con la intentona, llegando varios de ellos a denunciar una supuesta connivencia entre la FAI y grupos de extrema derecha  que habrían sido los que al entender de dichos medios habrían financiado la operación.    



CRÓNICA DE LA JORNADA EN EL BARRIO CHINO

Domingo 8 de enero. La policía había encontrado un depósito de armas en la calle Mallorca y otro en Sants.  Sabía por sus soplones que se pretendía asaltar el cuartel de Atarazanas y reforzó con unidades de la guardia de asalto el perímetro del cuartel.

                                            Revista Estampa. Depósito de armas de la calle Mallorca. 



En Barcelona,  la acción revolucionaria dio su pistoletazo de salida (creo que dado lo que sucedió  a continuación  no resulta forzado  hablar de pistoletazo)  a las 19:30 cuando los guardias de asalto pararon un taxi a la altura de la Plaza del Teatro ocupado por tres personas que llevaban varias bombas y una pistola.  Las declaraciones de una de esas tres personas en comisaria, dará pie a que todos los medios informen de que en el interior de La Criolla se habían reunido 800 anarquistas armados con la finalidad de atacar el cuartel

Pocos minutos más tarde, desde las ventanas de un edificio en la entrada al Arco del Teatro  e inmediatamente desde varios edificios de dicha calle, se hostigó con disparos a la fuerza pública. 
Buscando a quienes les tiroteaban, los guardias de seguridad encontraron dos bombas en el rellano del piso principal del número 5 de la calle Montserrat.

Simultáneamente o pocos minutos más tarde, en el mercado de la Boquería hubo un intercambio de disparos entre anarquistas y fuerzas de seguridad.  Los anarquistas huyeron perseguidos por la policía entrando en Conde del Asalto. A la altura del Eden Concert  se produjo un especial intercambio de disparos, cayendo herido un guardia de seguridad (José MInguez) y resultando muerta una persona que al parecer  no tenía nada que ver con la revuelta y que se encontró entre dos fuegos (Francisco de Haro, 35 años).

Debió de ser en ese preciso momento, cuando otro guardia de seguridad  que se dirigía a su domicilio topó con la refriega frente al Eden Concert y  se unió a la acción contra los anarquistas. Cayó herido en el cruce con la calle Guardia y al parecer fue rematado estando en el suelo (José Messeguer Pérez.)
Desde los balcones del Sindicato de la Industria Hotelera,  Cafetera y Anexos de Barcelona, conocido como  sindicato de camareros, ajeno a la CNT.  situado  en el mismo edificio que la Sociedad de Atracción de Forasteros se abrió fuego contra la fuerza pública que estaba en las Ramblas.  La guardia de asalto disparó desde el interior del edificio resultando muerto uno de los que atacaban. Al entrar en la sede del sindicato, no encontraron a las 40 o 50 personas que suponían que se habían refugiado en la misma,   por lo que la policía entiende que  a través de los terrados el grupo de insurrectos pasó  a Arco del Teatro y a Lancaster.

                                  Revista Crónica. Guardias de asalto frente a la entrada del edificio donde se encuentra el Sindicato de la Industria                                                            Hotelera. 


                       Revista Crónica. El periodista confunde el nombre del sindicato y lo llama Sindicato de la Alimentación. Se trata del Sindicato de la                                  Industria Hotelera, Cafetera y Anexos de Barcelona.



En la calle Mediodia se registra un tiroteo intenso, resultando herido el guardia de seguridad Eustaquio Sanquis Dorado de 45 años (heridas en pierna izquierda y espalda).  Hay dos paisanos heridos en dicho episodio, uno por una herida de bala en el tórax y otro, Manuel Insua, fogonero, con fractura de ambas extremidades superiores.

El asalto al cuartel de Atarazanas, conocido de antemano por las autoridades  que  situó a un numeroso destacamento de guardias de asalto en el perímetro del cuartel, se saldó por un vivísimo intercambio de disparos entre un grupo de anarquistas y los guardias de asalto. Los anarquistas huyeron  por el muelle y las callejuelas del barrio chino.

En una de estas, murió a consecuencia de los disparos un hombre a la altura del Lion d’Or. Desconozco si se trata de la misma persona que sufrió un disparo en el abdomen mientras se encontraba en el interior del Lion d’Or. Tal y como lo cuenta El Diluvio,   los agentes del orden entraron  en el Lion d’Or, a rebosar de personas que se habían refugiado en el recinto,  y procedieron a identificar a todos los que se encontraban en el local. Uno de los clientes,  al ser requerido para que mostrase su documentación, pidió a su vez que el guarda de seguridad le enseñase la suya, a lo que el agente le mostró la placa.  El herido volvió a pedir al guardia que se identificase, momento en el cual e involuntariamente se le disparó el arma al guarda hiriendo al civil en el abdomen.
En el Excelsior, los guardias de seguridad impidieron ganar la calle a los clientes, más que por temor a que estos recibieran un disparo de los que se cruzaban entre revoltosos y policía, por impedir que entre los clientes se camuflaran revoltosos .


Poco más dio de si el episodio de “gimnasia revolucionaria” en el barrio chino. Garcia Oliver, el instigador principal de la acción de Barcelona, fue detenido durante la mañana del día 8 en el interior de un taxi en la barriada de Sants,  él y sus compañeros de taxi llevaban varias bombas y pistolas. Cuenta Garcia Oliver en sus memorias que recibió tal paliza que le dejaron por moribundo. 

Juanito El Dorado y los Sindicatos Libres. El número 14 de la calle Guardia.

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                                                       Branguli - Calle Guardia. 1934. ANC.


Hay varias fincas en el barrio chino de preguerra en donde se desarrolla tal suma de actividades diversas y hasta opuestas,   que no me caben muchas dudas  que de la resultante de tanto trajín resultó un mestizaje que hizo único al barrio chino.  En otro post hablé del número 7 de la calle Unión, microcosmos que reproduce el macrocosmos de la zona. Aqui;  calle Unión, número 7
Hoy toca mencionar el número 14 de la calle Guardia.  

La calle Guardia es una calle de corto recorrido entre Conde del Asalto y Arco del Teatro. Una calle de la que no se adueñó, como en otras, la prostitución, el trapicheo de cocaína,  conocida como “coco” y que tras la primera guerra mundial penetra con fuerza en los locales del chino,  o las actividades propias de lugares con una gran concentración de delincuentes.  Muy pocas veces aparece  en la crónica de sucesos, no se dan palos en las tiendas de la calle, la policía no acude a los pisos para registrar y detener a antiguos conocidos.

Quizá esa tranquilidad se deba a que se encuentra  un poco a trasmano del centro del barrio chino. Calle tranquila con  locales donde se toca y se canta flamenco,   y calle donde los sindicatos abren sus sedes.    

En el número 14  se  encontraba uno  de los mejores locales de flamenco que ha tenido Barcelona, al tiempo que abrían sus sedes  distintos sindicatos.

Empecemos por los sindicatos.  Asentado en el  piso principal del edificio,   al  menos durante  los años 1922 y  1923 tuvo  un local el Sindicato Libre.  Parece una sede de importancia, puesto que en alguna ocasión se  convocó  en la misma  a  la totalidad de juntas  directivas del conjunto de sindicatos libres.  Sales i Amenos, el presidente delos Sindicatos Libres de Cataluña y destacado requeté peroraba en la sala de actos.  

                                                    Ramón Sales Amenós, dirigente de los Sindicatos Libres. 




Entre 1916 y el inicio de la guerra,  en ese mismo principal tiene su local la sociedad de obreros panaderos “La Espiga”, de obediencia ugetista  del mismo modo que la sociedad de obreros panaderos “La Aurora” de la calle Rosal era anarquista. La Espiga fue durante unos años el sindicato más potente de la UGT que en Barcelona tenía poco peso. En su local encontraban cobijo los sectores sindicales de otros ramos cuando eran de obediencia socialista.  

Y esta proximidad entre una y otra sede  me causa extrañeza. Durante los años del pistolerismo, y en el mismo principal se encontraba, se supone que puerta contra puerta, la sede de un sindicato socialista y la de los sindicatos de la patronal. ¿había un pacto de no agresión entre la UGT y los sindicatlos libres?.   


En los bajos del edificio se abrió la taberna de Juanito El Dorado, un mallorquín sin una gota de sangre andaluza, que puso a cantar y bailar a gente grande del flamenco, la Ciega de Jerez o las hermanas Chicharra.  Para Sebastia Gasch,  el Dorado fue por unos años el lugar con más sabor flamenco de Barcelona, que es decir mucho en los años treinta.  Lleno de un público del barrio, como otros de la zona se fue llenando de turistas  pero sin perder la esencia.  En el verano de 1935,  Juanito lo traspasó y el nuevo dueño  cambió su nombre por el de Gran Kursaal.  Juanito se fue a Mallorca, se agenció una tienda y se fue olvidando del flamenco.





El Gran Kursaal fue un mix,a  ratos flamenco y a ratos transformistas.  Siempre hubo espacio para más locales de transformismo en el chino de los años treinta, así que este otro también  se llenó. De turistas sobre todo.  La guerra terminó con el invento.  

                                                      Inauguración del Gran Kursaal. El Diluvio 1 noviembre 1935



                                                                   Gran Kursaal. Revista Mirador 1936

Bar Esperanto - calle Conde del Asalto, 54.

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BAR ESPERANTO – CONDE DEL ASALTO, 54.

Del interés que había en Barcelona por el esperanto, da idea que en 1909 se celebrase en la ciudad el V Congreso Internacional del Esperanto. Los anarquistas tuvieron mucho que ver con la difusión y expansión del esperanto. Un idioma con una estructura lingüistica sencilla, que suponía trasladar al terreno de los idiomas el ideal de la desaparición de fronteras.

 


Antes de la celebración del congreso internacional ya se había inaugurado el Bar Esperanto de la calle Conde del Asalto. Entre las calles San Ramón y San Olegario, frente a la entrada del Arco de Cirés, y teniendo a uno y otro lado la farmacia Borrell y la academia Ribé especializada en formar cupletistas para los locales de la zona, se encontraba el Bar Esperanto. 


La única imagen que conozco del Bar Esperanto es una caricatura de Bon de 1912. Durante los meses de marzo y abril de 1912, la revista Papitu publicó una serie de artículos sobre tabernas de Barcelona. Los locales que merecen la atención del periodista y con ella sus comentarios se acompañan de una caricatura de BON. Una de las tabernas es el Esperanto.

                                                                          BON - Bar Esperanto. Papitu 1912.





Nos informa el periodista (que firma con el seudónimo de Follet) que las consumiciones se piden en esperanto. Y así, el periodista nos pone unos ejemplos del modo de hacer el pedido y de lo que puede responder el camarero.

Donaj va copaj de cassallaj

Y el mozo responde:

 Vaj

O bien le pides:

 Un verdaj!

Y responde el camarero:

Pernotaj o Escataj?

Y tu respondes según el dinero que lleves en el bolsillo
     


En 1915, aparece el Esperanto en la prensa por un episodio chusco, tanto que no desmerece de los que se dan con cierta frecuencia en el barrio chino. En la madrugada del 21 de marzo, un camarero encuentra una nota en una de las mesas del establecimiento que lee en voz alta a toda la concurrencia: “no se culpe a nadie de mi muerte. En el retrete encontraréis mi cadáver. Compradme un nicho en el Cementerio Viejo”.

Estupor general. Nadie se atreve a averiguar que sorpresa depara la visita al retrete. Se avisa a una pareja del Cuerpo de Seguridad que –no les cabe delegar en otros la acción y han de afrontar lo que pueda haber sucedido en el urinario - entra en el retrete. Allí encuentran a un anciano sentado, fumando un puro y leyendo el periódico. Manifiesta que tiene 80 años, que es maestro de baile y que la nota es una broma que ha escrito. Se lo llevan detenido. La policía no ha encontrado la nota tan graciosa como su autor.


 
                                                                                          El Diluvio -  22 de marzo de 1915.
 



El 10 de julio de 1925, y a la altura de la Maisón Dorée, Juan Mura Rius de 55 años de edad, que había sido el dueño del Bar Esperanto, hiere de un disparo a Juan Tobella Soler de 50 años, herida que pocas horas más tarde causa la muerte del agredido. Mura había sido desahuciado del Bar Esperanto por Tobella, al decir de todos un punto de mucho cuidado. Desesperado Mura por la pérdida del local, más desesperado aún porque le iban a embargar la única propiedad que le quedaba, una pequeña finca en Santa Coloma de Gramanet, donde vivía, fue al encuentro de Tobella y disparó contra quien le había dejado sin bar.  

Se celebró el juicio un año más tarde, y por él sabemos que Mura había sido dueño del Bar Esperanto durante 17 años, hasta que Tobella le ganó un pleito de desahucio por unas deudas. Eso significa que al menos en 1908, diecisiete años antes de 1925, desconozco la fecha del desahucio, ya estaba abierto el Bar Esperanto.

La campaña de prensa en favor de Mura fue formidable, asi como la presión que ejerció el gremio de cafés, tabernas y similares de Barcelona. Mura era una persona apreciada, lo que no ocurría con Tobella. Los forenses manifestaron que el procesado padecía una locura no visible con manía persecutoria que le producía un estado morboso que incluso podía llegar a ser contagiosa [ Editorial de El Diluvio (sic)]. El veredicto del juez fue benevolo con el acusado y en 1929 le fue concedido el indulto.


El 17 de noviembre de 1930, a la altura del establecimiento fue disuelta una manifestación de obreros que procedentes de las Ramblas estaba en la labor de cerrar los locales de la calle Nou de la Rambla. En la refriega resultaron heridos de bala un guardia de seguridad y un obrero. El Imparcial de Madrid en su edición del día siguiente, daba cuenta de una serie de circunstancias que concurrieron en el lance. Al llegar los obreros a la altura del bar Esperanto, en cuyo interior se encontraban seis guardias, los manifestantes bajaron la persiana metálica del local, echando el cerrojo. Los guardias pudieron levantar el cierre y pistola en mano se enfrentaron a los manifestantes que respondieron disparando e hiriendo a uno de los guardias en el muslo. Los agentes del orden recogieron a su compañero herido y a sablazos se abrieron paso entre el grupo de obreros. 



Sabemos que al terminar la guerra el bar continuaba abierto, por una multa que se le impone al dueño, Vicente Gallón Silvestre, al despachar bebidas fuera del horario establecido (julio de 1939).

La última noticia que conozco del bar es que la coral Picarol tuvo su local social en el Bar Esperanto durante los años 1953-54.

El Café Moka de las Ramblas en los conflictos sociales de los años treinta.

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  George Orwell en el Cuartel Lenin, el nombre que recibieron los cuarteles de Lepanto que se encontraban en donde ahora está la Ciudad de la Justicia.  El hombre  más alto cerca del fondo de la columna es Georges Orwell. Fot: Agusti Centelles 


En los años treinta, en dos ocasiones que yo conozca, la vida plácida del Café Moka de las Ramblas entró en contacto con los conflictos sociales.

La primera de ellas tiene lugar el uno de mayo de 1935. Fiesta del Trabajo desde 1931, aquel año, desde el ministerio de la gobernación se emite un comunicado donde se manifiesta que el uno de mayo es una jornada festiva. Ello significa, continua diciendo el comunicado, que aquellos ramos de la producción que no trabajan los días de fiesta, tampoco trabajaran el uno de mayo, pero que el gobierno de la nación, presidido entonces por Lerroux, no va consentir que se paralicen los  servicios públicos que es costumbre que funcionen los días festivos, tranvias, taxis, salas de espectáculo, cafeterías, hoteles, etc.
El Diluvio - 26 de abril de 1935.


En Barcelona, el delegado regional del trabajo, aclara a la prensa que en aquellos sectores económicos encuadrados dentro de la Industria Hostelera, Espectáculos públicos y Transportes colectivos, la jornada del primero de mayo tendrá la consideración de día laborable y no se va a tolerar que se paralice el normal funcionamiento de la ciudad de Barcelona por cierre de aquellos locales donde acostumbran a acudir los barceloneses los días de fiesta.  

Llegada la fecha festiva, pronto se vió que en los establecimientos de restauración, así cafés como restaurantes, como hoteles, eran numerosos los trabajadores que no habían acudido a su puesto de trabajo.

La respuesta en Barcelona consistió en cubrir las ausencias de camareros con soldados. Un suelto de El Diluvio explicaba al día siguiente que en el Oro del Rhin, Cafe Colon y la Maison Doree los camareros habían sido sustituidos por soldados. 
                    El Diluvio  - 2 de mayo de 1935 (el  texto que falta son los párrafos de la noticia que eliminó el censor. La prensa estaba sometida a censura  previa).
Lo mismo que en los locales precedentes, sucedió con el Café Moka del que disponemos de una serie de fotografías que tomó Josep Maria Sagarra y se encuentran en el ANC. En ellas se ve como soldados uniformados atienden, sirven, retiran los servicios y cobran a los clientes de la cafetería.












La segunda vez que el café Moka aparece relacionado con la historia de los movimientos sociales, es muy conocida gracias a las memorias que sobre la insurrección de mayo de 1937  escribió Georges Orwell.

Georges Orwell que vivió de primera mano las jornadas de mayo de 1937, pasó tres días en la terraza del edificio que alberga el teatro Poliorama, defendiendo el número 10 de la Rambla de los Estudios, la llamada Casa Lenin por el POUM y en donde se tenía su sede la Juventud Comunista Iberica, las juventudes del POUM, y varios otros  organismos de dicho partido. El Poliorama se encontraba en el número 9 (en la numeración de las Ramblas , en esta como en otras entradas del blog, uso siempre la numeración antigua que era la que rigió hasta su cambio en 1955 por la numeración que ahora seguimos) y aproximadamente enfrente del número 10.

                                                               Casa Lenin. Archivo Centelles



En el edificio aledaño a la Casa Lenin, en el número 8 de la Rambla San José, se encontraba Radio Associacio. La Generalitat, temiendo que los militantes del POUM asaltaran la emisora de radio y usaran el medio de comunicación para dictar proclamas a la población, ocupó el edificio con la guardia de asalto. Un grupo de los guardias se parapetó en los bajos del edificio, dentro del Café Moka, y se guarecieron del más que probable tiroteo con una barricada formada por colchones que encontraron en el Hotel Centric, que se encontraba por encima de la emisora de radio. Georges Orwell en el Homenaje a Cataluña  confunde la guardia de asalto con la guardia civil.

 No sé quien es el autor de la fotografía. El Café Moka es el local a la izquierda de la foto, por debajo del letrero que señala que forma parte de los  "Establiments Col.lectivitzats". La puerta que sigue a la derecha es la entrada al edificio donde se encuentra Radio Associacio. Las personas que hay en la entrada son guardias de asalto de creer el pie de foto.



En el ANC, en el fondo de la Generalitat de Catalunya (subfondo Segona Republica), se encuentra una serie tomada desde el interior del café Moka, de autor desconocido, donde se ve a los guardias y el parapeto de colchones.







El Barrio Chino y Sarriá durante la Segunda República.

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¿ Hay alguna relación entre el barrio chino y Sarriá durante la segunda república? Relación, claro está, al margen del usual disfrute por los burgueses de Sarriá de los locales de ocio más o menos canalla del barrio chino.

Hayla y tiene que ver con la disolución de la orden de los jesuitas. La cosa es como sigue:

Un decreto del gobierno de Azaña de enero de 1932 ordena la disolución en territorio español de la Compañia de Jesús, pasando a propiedad estatal todos los bienes de la orden religiosa.

En Barcelona, el pleno del ayuntamiento insta al gobierno de la nación a que todos los edificios de la orden dentro del área urbana se libren a la ciudad para destinarlos a un uso escolar. La petición es aceptada de inmediato.

Uno de los edificios es el llamado Colegio Máximo de los jesuitas, el que ahora conocemos como Institut Quimic de Sarria.

Las instalaciones del Colegio Máximo se destinan a Grupo Escolar para paliar las necesidades educativas de Sarriá y... ¡¡¡del distrito V, lo que ahora conocemos como Raval!!!. En el curso escolar 1932-33, hay matriculados 1300 niños en el centro de los jesuitas de Sarriá. De ellos, trescientos son del barrio de Sarriá y los otros mil del distrito V, niños que hasta la transformación del centro jesuita en grupo escolar público no han estado escolarizados.

Un suelto de la Gaseta Municipal de Barcelona de noviembre de 1932, describe la organización y distribución de los escolares. Del distrito V parten cada día tranvías que los trasladan al colegio y los devuelven a sus domicilios. En las instalaciones se les proporciona comida y material escolar gratuito.



No he conseguido encontrar información sobre el periodo en que se mantuvo abierta la escuela para los niños del distrito V. El colegio Collaso i Gil, que cubriría parte del déficit escolar del distrito V, entre las calles San Pablo y Abad Safont, no inicia sus actividades hasta el curso 1935-36 y por otro lado, durante el gobierno del llamado bienio negro, el presidido por Leroux, permaneció disuelta la orden y sus bienes confiscados. Ignoro, por tanto, que uso se le dió al colegio durante la guerra. Tras la misma, es obvio que se devolvieron las instalaciones a sus antiguos dueños. Seguiremos buscando.

Hay una serie de fotografías de Branguli en el ANC del momento de la incautación por las autoridades civiles del edificio de Sarriá. En la primera, lo que parece policía municipal rompe un vidrio de la ventana para entrar en el edificio y permitir que las autoridades, entre las que se encuentra Aiguader, el alcalde de Barcelona, y Jaume Serra, rector de la universidad de Barcelona, puedan entrar por la puerta (2ª fotografía). En las otras dos que subo, las autoridades protegidas por la guardia civil, visitan las instalaciones, salón y gimnasio.









En uno de los números de noviembre de 1932, la Gaseta Municipal de Barcelona, acompaña la información de la apertura del centro escolar con un reportaje fotográfico.

 

 
 

 
 
 
Un reportaje de Domenec de Bellmunt en junio de 1933 en La Rambla, da cuenta de un miting multitudinario en el salón de actos del Grupo Escolar. Mil niños escuchan a unos oradores entre nueve y doce años que peroran contra la guerra. Aparecen niños de las calles Guardia, Lancaster, Mediodia.


A una pregunta del periodista responde uno de ellos :
 
 
 

La policía captura en un piso de la calle Arco del Teatro el mayor alijo de cocaína encontrado nunca en la Barcelona de preguerra

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                                                         Revista Crónica. 1935
 
 
Hasta la primera guerra mundial, en Barcelona era infrecuente el uso de cocaina con finalidades no terapeúticas (para colocarse, vamos). Algún médico que, al igual que Sigmund Freud,  usaba del tóxico como estimulante, para dormir menos, y pocos la  empleaban  como elemento de diversión.
 
Se inicia la primera guerra mundial y Barcelona se llena de cocottes francesas dispuestas a vaciar los bolsillos de una burguesía catalana que ve en el conflicto una ocasión de enriquecerse. Parisinas que llegan acompañadas de una cajita de polvo blanco que al inhalarla provoca risas. La cocaína se convierte entonces en una sustancia cuyo uso denota elegancia, estar a la última, saber vivir la vida, conocer los ambientes canallas de Barcelona. En fin, todo lo que los corridos de Barcelona quieren aparentar (corrido es el nombre que los barceloneses de antes de la guerra civil dan a la persona que se corre las juergas).

Tras la contienda mundial, el Tratado de Versalles aprueba una serie de medidas para luchar contra el tráfico y uso de drogas, en particular morfina y cocaina. España, en tanto que miembro de la Sociedad de Naciones, organismo creado por acuerdo de los países firmantes del Tratado de Versalles, asume los compromisos aprobados contra el tráfico de drogas y desde entonces, tomar cocaina se convierte en una conducta que bordea lo ilegal lo que para muchos la hace más interesante. En los locales de Barcelona se continua trapicheando con cocaína. Una cocaina, que es de mucha peor calidad que la que se conseguía unos años antes. Para aumentar las ganancias, los pequeños traficantes la cortan con ácido bórico y de vez en cuando con novocaina. Se corta tantas veces que muchas veces lo que se compra apenas lleva trazas de cocaína.

                                                                   Revista Estampa. 1930


Una de las zonas donde hay más traficantes es la zona del barrio chino. Las calles alrededor de Arco del Teatro son lugares donde acude quien quiere comprar la sustancia prohibida. Los travestis de la calles del Cid y Mediodia aparecen con frecuencia en las notas policiacas y en las crónicas periodísticas que dan cuenta de la actividad de los tribunales de justicia como vendedores al menudeo de cocaina. La Francisquita, la Iris, la Canaria... un largo etc de apodos femeninos para los pequeños traficantes detenidos. La cocaina se conoce en el argot como mandanga (mandanga chachi cuando es de mayor calidad) o cocó.
 
  
                                   Opisso. Esquella de la Torratxa. 1927. Sobre los estragos de la cocaína.

Y dicho lo que antecede a modo de introducción, vamos a por la captura del mayor alijo de droga encontrado por la policía en Barcelona antes de la guerra civil.




Septiembre de 1935. En un servicio de los funcionarios de policía Franquero y Laguardia, son detenidos en una taberna de la calle Raulic cuatro miembros de la banda del Malaguita y el dueño del local. El Malaguita es un viejo conocido de la policía y prensa. No pasa año en que no aparezca su nombre como autor de tropelías que lo llevan ante la justicia. Estafador, traficante de droga, denunciado por los hoteleros donde se aloja porque además de no pagar la cuenta del establecimiento, roba la ropa de cama del cuarto... El retrato que me hago de la lectura de las siete u ocho notas de prensa que encuentro sobre sus actividades al margen de la ley, es que se trata de un delincuente de la clase más baja que afana donde puede para ir pasando.

Al parecer, así lo indica el relato policial de lo que sucedió en septiembre de 1935, lidera una banda. Esa condición de jefe de una banda choca con mi impresión de que el Malaguita viene a ocupar uno de los escalones más bajos de la clase de los delincuentes.

Franquero y Laguardia acuden a un figón de la calle Raurich como supuestos comprador y financiador de la compra de una cantidad de cocaina. Malaguita se encuentra, como es usual en su caso, en prisión, y los policías han falsificado su letra y redactado una nota para Francisco Peinado alias Trompito que es el lugarteniente de Malaguita, en la que Malaguita le manda que se les venda a los supuestos compradores una cantidad de droga. Llegados los dos policías al bar donde se ha reunido toda la banda, se identifican como agentes del orden y detienen a los cuatro que encuentran en el establecimiento y de paso al dueño de la taberna al encontrar en el registro que hacen un paquete con treinta cartones de tabaco Lucky adulterado. Es tan cutre la escena que rodea al alijo de la droga, que recuerda al Depa Carel.li del Antaviana de los cuentos de Pere Calders cuando le ofrece a su conciencia un Lucky para demostrar lo rumboso y lo bien que le ha ido en la vida.

Cuenta la policía, y lo recogen todos los periodicos, que “alguien”, en los interrogatorios menciona a un tal Miguel Martinez Martinez, pescadero, que vive en Conde del Asalto. Detenido el pescadero, e interrogado, menciona en sus declaraciones el piso donde vivía antes, en la calle Arco del Teatro, 40. Es allí donde se dirigen los funcionarios de policia y encuentran en una de las habitaciones, tras un tabique, la droga.


Revista Crónica. Entrada al número 40 de la calle Arco del Teatro. Fot: Torrents.



Seis frascos con 500 gr., tres frascos con 250 gr. y doce de 100 gr. de cocaina; 45 frascos con 100 gr. y 6 con 50 gr. de morfina. Una cantidad muy importante que la policía calcula que puesta en la calle hubiese alcanzado un precio de medio millón de pesetas.

                                                 Revista Crónica. Fot: Torrents.


Todo suena algo raro. De la detención de cuatro pequeños delincuentes que querían vender cocaina a los policias, o a lo mejor estafarles ofreciendo ácido bórico a precio de cocaína, pasamos a otra persona de la que desconocemos si tiene relación con los primeros, que conduce a los funcionarios a un lugar donde se encuentra una cantidad importante de droga. Alguien se ha chivado o alguien pide inmunidad para algún delito a cambio de dar información a la policia o es la propia policía la que encuentra lo que antes ha colocado en la habitación.

La prensa ya no dice nada más. No es de extrañar. Se encuentra bajo censura previa gubernativa y en ciertos asuntos se limita a transcribir casi literalmente lo que informa la policía sin entrar en mayores honduras. En las crónica queda como el desmantelamiento de la banda que traficaba con mayor cantidad de droga en Barcelona.



 
Relato de la aprehensión en La Publicidad. 1 de octubre de 1935. El resto de periódicos hace una descripción idéntica a esta que subo, con algún cambio de redacción. Probablemente todos ellos se hayan limitado a transcribir la nota policial.



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