En un principio, solo conocía dos fotografías relacionadas con la muerte de Ascaso.
En la primera, tomada por Centelles, se ve a un grupo de cuatro personas al lado de un cañón en la Rambla de Santa Mónica. Es lunes, 20 de julio de 1936. Los cuatro forman parte del grupo de anarquistas que desde hace más de 24 horas asedia el cuartel de Atarazanas. Es el último reducto de los militares insurrectos que resiste en Barcelona. El general Godet, jefe de la rebelión, ya se ha rendido, al igual que el resto de los cuarteles militares. Alcántara, Pedralbes, Bruch, San Andrés… Tan solo se mantiene en rebeldía el núcleo militar de la parte baja de las Ramblas.
El objetivo no es fácil de conquistar. Los militares, además del cuartel ocupan el Gobierno Militar, el monumento a Colón donde han instalado una ametralladora que barre el paseo central de la Rambla Santa Mónica y el edificio de Aduanas, lo que les permite cubrir con fuego cruzado el sector . Una ensalada de tiros que impide avanzar a los anarquistas.
Los atacantes son anarquistas sin preparación militar en su mayoría. Uno de los que dirigen los grupos que se enfrentan con los militares refugiados en el cuartel es Francisco Ascaso que aparece a la izquierda de la fotografía. A su lado, mirando a la cámara, sonriente, su hermano Joaquín. Hay otras dos personas, un militar con casco que lleva un brazalete en la manga para señalar que está con los que se defienden de la asonada y un civil en el extremo derecho. Se encuentran en el paseo central de la Rambla Santa Mónica. A nuestra izquierda, delante de ellos, se ve el antiguo convento de Santa Mónica, por entonces un centro administrativo militar que los anarquistas rindieron el día anterior. Al lado de los cuatro, un camión con colchones. Se trata del camión en el que el grupo anarquista Germen de la FAI había instalado una ametralladora y colocado unos colchones para proteger el avance del vehículo y acercarlo a los muros de Atarazanas. El camión no consigue superar el convento de Santa Mónica.
En el archivo de Centelles, una nota de su puño y letra señala que veinte minutos después de tomar la fotografía, Ascaso cayó en el asalto al cuartel.
La segunda fotografía se tomó durante el entierro de Ascaso el 22 de julio de 1936. Durante mucho tiempo me sentía perplejo cada vez que la contemplaba. No sabía quien era la persona a la derecha de Companys (a su derecha), el del gorro con borla que parece un chapiri. Me recordaba a un payaso augusto, incluso por las cejas pintadas. ¿Qué hacía una persona con las cejas pintadas en un entierro al lado del presidente de la Generalitat?. Más tarde, encontré otras imágenes donde aparecía el hombre con las cejas pintadas. Sin el gorro. Con un peluquín y con uniforme de gala. Conseguí saber de quien se trataba. Un militar con alopecia universal. Alberto Arrando, comandante de la guardia de asalto y uno de los artífices de que Barcelona no cayera en manos de los militares sublevados el 19 de julio. Su hermano, capitán de la guardia de asalto, cayó muerto aquel día defendiendo la República. Arrando se pintaba las cejas para que su cara pudiera transmitir mejor las expresiones faciales.
De la intensidad del fuego aquella mañana del 20 de julio da una idea el grupo de vehículos calcinados cerca del Gobierno Militar al terminar los combates.
Hace poco más de un año que el cuartel anexo al de Atarazanas, se ha derribado y en su lugar un gran solar sin lugares donde protegerse, dificulta el avance de los anarquistas.
Perez de Rozas - Inicio del derribo del cuartel anexo de Atarazanas. Marzo de 1935
Sagarra . Cuartel anexo de Atarazanas casi derruido.
Branguli - Solar tras el derribo del cuartel. A la derecha el final de la Rambla Santa Mónica.
Ascaso, sigo aquí la crónica de Abel Paz Durruti en la Revolución Española que me parece el relato más plausible sobre la muerte del anarquista, ganó a la carrera la parte trasera de las barracas de libros en el Portal de Santa Madrona. Desde allí intentó alcanzar la protección de un camión aparcado en el Portal entre las calles Montserrat y Mediodía. Un disparo de uno de los refugiados en el cuartel de Santa madrona lo abatió. En el número 14 de la calle, cabe un establecimiento llamado Los encantes del Barrio Chino. A tocar del Red Lion el dancing que hacía esquina con la calle Mediodía.
Barracas de libros del Portal de Santa Madrona.
Perez de Rozas - Agosto de 1936 - Milicianos franceses homenajeando a Ascaso.
Red Lion, el dancing adyacente a los Encantes del barrio chino y que hacía esquina con la calle Mediodía.
En marzo de 1937, se inaguró un cine en la calle Vergara con el nombre de cine Ascaso. Al entrar las tropas franquístas en Barcelona, el cine se bautizó como cinema Vergara y con ese nombre permaneció hasta su cierre a finales de los años noventa.
Branguli - Cine Francisco Ascaso. Marzo de 1937
Buenaventura Durruti, Émilienne Morin, Gregorio Jover, Berthe Faber i Francisco Ascaso -París, 1926